A falta de poco más de un mes para el 29 de marzo, fecha prevista de momento para el Brexit, se van dando pasos para mitigar el posible caos que afectaría a aerolíneas como Iberia en caso de que se lleve a cabo una desconexión de Reino Unido sin acuerdo. De momento es un pacto provisional porque tanto Consejo como Parlamento lo deben confirmar oficialmente, pero otorga tranquilidad al sector y da soporte a IAG en bolsa. El conglomerado británico abría la sesión con alzas moderadas, del 0,35% hasta entornos de 7,42 euros, mientras que en lo que va de 2019 acumula avances del 7,5 por ciento. Pablo García, director de Divacons-AlphaValue, se muestra sorprendido porque la reacción en bolsa de la a aerolínea no este siendo más contundente al alza. "La medida acordada es interesante para evitar una caída al abismo. La compañía ha dado pasos para blindar su capital ante cualquier intento de entrada de nuevos inversores ajenos a la UE". "No creo que todo vaya a ser tan negativo para IAG como algunos descuentan. Al final Suiza no es UE y la gente no tiene problemas para volar a ese país", recuerda.

Pese a ser un valor que cuenta en el horizonte con la incertidumbre en torno al proceso de salida de Reino Unido de la UE, Antonio Aspas, socio de Buy&Hold Gestión de Activos, asegura que es un valor que les convence. “Lo tenemos en cartera porque creemos que no le va a afectar demasiado el Brexit, será algo temporal”.

¿Por qué es importante el pacto?

El acuerdo es clave porque añade seis meses de plazo para que compañías como Iberia, cuya licencia de vuelo intraeuropea peligra por el Brexit, encuentren una solución y puedan seguir operando entre destinos europeos.

Hasta la fecha, con la legislación actual, si la salida del Reino Unido se llevase a cabo el día 29 de marzo sin pacto, tanto Vueling como Iberia, integrantes del grupo británico IAG, no podrían volar desde el día 30 entre dos ciudades europeas. No podrían salvo que pudiesen demostrar que más de la mitad de sus acciones son propiedad de accionistas comunitarios y no de terceros países. Y ese día, con un Brexit desordenado, Reino Unido sería un tercer país.

Sí podrían realizar vuelos entre una ciudad británica y otra de la UE o llevar a cabo trayectos entre continentes, como un viaje Madrid-Miami.

Con la solución pactada, IAG deberá presentar a las instituciones europeas un plan concreto para cumplir con los requisitos de propiedad exigidos por Bruselas y cumplirlo en seis meses. Sin embargo, todo estaría condicionado a que la otra parte, es decir, el Reino Unido conceda derechos equivalentes y se cumpla el principio de libre competencia.