Primero fueron empresas como Broadcom o la alemana Siltronic y hoy le ha tocado el turno a IQE. La firma británica ha llegado a caer más de un 30 por ciento en bolsa esta jornada tras lanzar al mercado un aviso de menores beneficios.

Ha reconocido que sus ingresos para su ejercicio fiscal 2019 serán inferiores a lo previsto porque el veto de la administración estadounidense a Huawei ha llevado a retrasos en pedidos y a que varios de sus clientes hayan rebajado pronósticos. En concreto, IQE espera ahora conseguir ingresos de entre 140 y 160 millones de libras para, una cifra que se compara con los 175 millones de estimaciones anteriores.

Se trata de un impacto mayor de lo que había calculado en un principio por los riesgos relacionados con el futuro de la compañía china Huawei.

El mal tono de IQE arrastra a otras compañías del sector en Europa esta jornada, caso de STMicroelectronics, Infineon, Dialog Semiconductor o ASML.