La posibilidad de que Estados Unidos y China alcancen un acuerdo comercial, que ya están ultimando por ambas partes, ha desatado una ola compradora en la bolsa del gigante asiático. Tanto es así que el índice Shanghai Composite ha desarrollado su mejor sesión desde julio del año 2015, al dispararse un 5,6%. Y es que la renta variable china se encuentra en pleno apogeo. Durante los últimos cinco días ya registró su mayor avance semanal a repuntar un 4,5%. Ahora ha dado continuidad a ese movimiento.

Cuando muchos analistas pensaban que se podía producir una corrección, al menos técnica, el índice Shanghai Composite ha hecho directamente lo contrario al acelerar aún más su rally. Al término de la jornada se ha revalorizado un 5,6%, lo que supone su mayor aumento intradía en los últimos tres años y medio desde julio de 2015.

La acumulación de ganancias supera ya el 10% en las seis últimas jornadas de cotización. Se trata de un porcentaje que prácticamente borra las caídas del 11% registradas en la Bolsa de Shanghai durante el cuarto trimestre de 2018. Momento en el que los miedos a un frenazo o desaceleración de la economía del país agudizó los retrocesos en los mercados.

Este avance fulgurante de las seis últimas sesiones ha impulsado al índice Shanghai Composite al borde de la barrera de los 3.000 puntos. Al cierre de la jornada de hoy ha alcanzado los 2.961 puntos, sus cotas más altas desde el pasado mes de junio.