La inflación en la zona euro ha alcanzado el 5%, marcando así un récord y subiendo de manera inesperada en el mes de diciembre de 2021. Así, el IPCE de loa 19 países que comparten la moneda única ascendió hasta el 5% desde la ya alta inflación del mes de noviembre que se situaba en […]
BolsasLa inflación en la zona euro ha alcanzado el 5%, marcando así un récord y subiendo de manera inesperada en el mes de diciembre de 2021.
Así, el IPCE de loa 19 países que comparten la moneda única ascendió hasta el 5% desde la ya alta inflación del mes de noviembre que se situaba en el 4,9%, algo que se ha posicionado muy por encima de las estimaciones de los analistas, que se decantaban por el 4,7%.
Según informan desde la agencia de noticias Reuters, el principal motor de esta subida de precios sigue siendo los precios de la energía, que han subido un 26% con respeto al año anterior. Le siguen el aumento de precios de los alimentos, los servicios y los bienes importados, que también se ubicaron muy por encima del objetivo general de inflación del 2% fijado por el BCE, según mostraron el viernes los datos de Eurostat.
Para aumentar la presión al alza, los cuellos de botella en la cadena de suministro redujeron la disponibilidad de productos de consumo, mientras que los hogares, obligados a ahorrar su dinero durante un año, empezaron a gastar en todo tipo de cosas, desde coches nuevos hasta comidas en restaurantes.
Este récord inflacionario y permanente ha supuesto todo un revés al planteamiento que en un principio había señalado el Banco Central Europeo (BCE) cuando los precios comenzaron a escalar.
Y es que pese a que desde la entidad del viejo continente señalaban que los altos datos del IPC constituían un periodo transitorio de la recuperación post-covid, lo cierto es que los datos han demostrado una permanencia mayor de la prevista.
De hecho, con la reactivación de la economía tras la pandemia del año pasado, el crecimiento de los precios se ha disparado, cogiendo desprevenido al BCE, que hace unos meses preveía una inflación benigna.
Sin embargo, ante el dato de diciembre de 2021, este mismo viernes, Philip Lane, del BCE, ha señalado que “la inflación va a relajarse este 2022”.
“Creemos que estamos cerca de un pico de inflación, a medida que las cadenas de suministro se relajan, y muy por debajo de los niveles estadounidenses del 6,8%. Esto hace que el Banco Central Europeo se muestre reacio a subir los tipos de interés este año. También mantiene la debilidad del euro, un apoyo clave para los beneficios y las exportaciones de las empresas europeas”, indica Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro.
El BCE considera que la inflación volverá a situarse por debajo del 2% a finales de este año, pero una larga lista de influyentes responsables de la política económica cuestiona esta idea, advirtiendo que los riesgos se inclinan hacia cifras más altas y que las lecturas por encima del objetivo podrían persistir hasta el próximo año.
Parte de la preocupación radica en que los precios subyacentes -o la inflación excluyendo los volátiles precios de los alimentos y el combustible- también están por encima del objetivo, lo que sugiere que los sectores propensos a las débiles presiones de los precios durante la última década se están ajustando.
De hecho, la inflación que excluye los precios de los alimentos y los carburantes, vigilada de cerca por el BCE, subió al 2,7% en diciembre desde el 2,6%, mientras que una medida más restringida que también excluye el alcohol y los productos del tabaco se mantuvo estable en el 2,6%. Ambas cifras superaron las expectativas.