La segunda semana del mes de junio ha sido la peor desde mediados de marzo, justo cuando los mercados sufrieron una debacle por la irrupción del Covid.19. Las ventas masivas registradas en la sesión del jueves tras el desempeño sólido de las últimas semanas -excesivo, a juicio de muchos- han dejado una nota a pie […]
BolsasLa segunda semana del mes de junio ha sido la peor desde mediados de marzo, justo cuando los mercados sufrieron una debacle por la irrupción del Covid.19. Las ventas masivas registradas en la sesión del jueves tras el desempeño sólido de las últimas semanas -excesivo, a juicio de muchos- han dejado una nota a pie de página importante: no hay que dejar de lado la prudencia en un entorno tan inestable como en actual.
Han sido varias las razones esgrimidas para justificar la reacción de “pánico vendedor” registrado el jueves pero, para Esty Dwek, Head of Global Market Strategy de Natixis IM Solutions, la mejor explicación puede ser la más simple: “el mercado necesitaba un respiro“.
Bofetada de realidad de la FED
Más allá del respiro necesario, lo cierto es que hay dos argumentos que también se conjugan en busca de explicaciones. Uno es el repunte de contagios en EE.UU. en plena desescalada, que siempre suscita temores a posibles medidas restrictivas y, la otra, la realidad mostrada por la FED tras su reunión del mes de junio. Esperan que los tipos sigan en el rango actual entre el 0 y el 0,25% al menos hasta 2022 y la contracción para este año será del 6,5% en la economía estadounidense, enfriando de facto la recuperación en “V” que venían descontando últimamente los mercados.
Paul O’Connor, responsable de Multi-Activos de Janus Henderson, desconfía de la situación por el hecho de que las tasas de infección en muchos estados de EE. UU. continúan en aumento y tiene claro que “el sentimiento de los inversores sobre el coronavirus probablemente determinará el próximo gran movimiento en los mercados y si el retroceso vivido es una pausa que refresca o el comienzo de una retirada más grande “.
Para Dwek el descalabro del día 11 no cree que “sea el comienzo de un nuevo shock” pero recuerda que supone una advertencia: “es demasiado pronto para ser demasiado agresivos en las carteras“. Ben Ritchie, Head of European Equities de Aberdeen Standard Investments, aprovecha para traer a colación que el entorno actual nos sirve para recordar “la importancia del pensamiento a largo plazo, así como el hecho de que habrá altibajos”. Y en la misma línea se mueve Chris Iggo, CIO Core Investments de AXA Investment Managers, para quien “los inversores deben esperar mercados de riesgo como si fuera una montaña rusa”.
¿Qué esperar?
Para la experta de Natixis IM Solutions, la gran pregunta es hacia dónde vamos desde el punto en el que estamos. “Habíamos estado diciendo durante algún tiempo que esperábamos algunas correcciones, pero el descenso se había vuelto limitado dado un consenso aún bajista, unos altos niveles de efectivo y una recuperación más amplia”, apunta. De momento, mantiene la opinión y la decisión de prudencia.
Por su parte, Adam Vettese, analista de eToro, considera que “cualquier cosa que amenace la vuelta a la normalidad es probable que se encuentre con una respuesta brusca” de los mercados. “Una segunda ola importante del virus que obligue a amplias partes de EE.UU. a volver al confinamiento es el mayor riesgo que existe para los mercados de valores en este momento”. Y es que, según subraya, “las recientes subidas de los precios de las acciones se han basado casi enteramente en la esperanza de que la reapertura traiga alguna forma de normalidad en términos de actividad de los consumidores”.
En cambio y pese a este temor, desde Bank of America, mantienen su expectativa optimista. “El violento retroceso del 6% en las acciones europeas esta semana aumenta la preocupación de que el repunte del 30% desde mediados de marzo podría resultar insostenible en el contexto de una economía aún débil. Sin embargo, creemos que los principales argumentos de nuestra tesis positiva siguen vigentes”, afirman. A saber, creen que hay un riesgo bajo en la eurozona de resurgimiento de la pandemia como para que se renueven los bloqueos y que la actividad económica repuntará desde los niveles actuales de depresión. Así, señalan que siguen “sobreponderando los cíclicos europeos frente a los defensivos y el valor frente al crecimiento”.