Toda la problemática que ha rodeado a Didi, el apodado ‘Uber chino’, tan solo unos días después se su debut en la bolsa estadounidense, han puesto las exigencias y claves de las tecnológicas sobre la mesa. Y es que si bien China investiga a Didi por haber cometido graves infracciones en la recopilación y el […]
Toda la problemática que ha rodeado a Didi, el apodado ‘Uber chino’, tan solo unos días después se su debut en la bolsa estadounidense, han puesto las exigencias y claves de las tecnológicas sobre la mesa.
Y es que si bien China investiga a Didi por haber cometido graves infracciones en la recopilación y el uso de información personal y ordenó la retirada de la aplicación de las tiendas de aplicaciones chinas hasta que se solucionara, lo cierto es que la regulación y el uso de sus datos está dando de qué hablar en los mercados.
La apuesta por las tecnológicas
Ante esta situación y contexto, donde además la “guerra” comercial entre las empresas de Estados Unidos y China no ha mejorado en exceso con la llegada del demócrata Joe Biden a la Casa Blanca, hemos de comprender que los inversores apuestan por las empresas tecnológicas en un contexto de recuperación post-covid.
Así lo señalaba hace unas horas la última encuesta a los gestores de fondos globales Bank of America (BofA), que pese a revelar que los inversores son mucho menos optimistas ahora en relación al crecimiento económico, los beneficios y la inclinación de la curva de rendimientos incluso llegando a niveles prevacunas, lo cierto es que mantienen sus posiciones largas en acciones tecnológicas y de materias primas.
“El sector tecnológico es el número 1 de las operaciones más concurridas (por primera vez desde abril de 2021); la exposición a la tecnología aumentó en julio, pero la rotación de los productos cíclicos (bancos, recursos) fue modesta y los productos defensivos (servicios públicos, productos básicos) se evitaron por completo. Europa sigue siendo el gran número 1 de los activos regionales, el OW de EE.UU. aumentó, pero los temores a China hicieron que los inversores del FMS redujeran drásticamente sus posiciones en los mercados emergentes”, precisan desde BofA.
Las exigencias a las que se enfrentan las tecnológicas
Desde la gestora Capital Group puntualizan que las grandes tecnológicas, sobre las que es muy probable que los inversores hayan posado su interés, se enfrentan a tres riesgos normativos clave, tales como privacidad, de contenido y leyes antimonopolio.
El caso de las tecnológicas chinas: mucha regulación pero con valoraciones atractivas
Así, y tal y como hemos visto también en el caso más “extremo” de Didi vs. China, la regulación a la que hacen referencia los expertos y que enfrentan las tecnológicas no es baladí.
“La más reciente represión de DiDi (la mayor empresa de transporte por carretera de China) hizo que el precio de la empresa perdiera alrededor de un 30% poco después de salir a bolsa. En una declaración emitida el pasado martes, el Consejo de Estado de China se comprometió a aumentar la supervisión de la seguridad de los datos y de las salidas a bolsa en el extranjero”, considera Vladimir Oleinikov, CFA Senior Quantitative Analyst de Generali Investments.
Y adjunta: “La nueva normativa afectaría en primer lugar al mercado de ADR pero, dada la falta de detalles facilitados, es probable que sea negativa al menos para el sentimiento a corto plazo”.
Sin embargo, y pese a que reconocemos la presión normativa y regulatoria a la que están sometidas las grandes tecnológicas de Estados Unidos y China, lo cierto es que los bajos tipos de interés están haciendo de contrapeso en la balanza.
“Como resultado del significativo rendimiento inferior de las acciones tecnológicas chinas frente a las estadounidenses (-8% en el año frente a +14%), las valoraciones del sector tecnológico chino se han vuelto más atractivas”, explica el entendido.
El experto precisa que en términos de PE (número de veces que está contenido el beneficio por acción en el precio de mercado de la misma) las acciones tecnológicas chinas cotizan a niveles ligeramente inferiores a los de las acciones tecnológicas estadounidenses (26x frente a 28x) pero insiste en que no es la única ventaja.
“Si tenemos en cuenta el crecimiento de los beneficios a largo plazo, el sector tecnológico chino parece aún más atractivo. Tiene un ratio PEG (PE dividido por el crecimiento de los beneficios a largo plazo) mucho más bajo, de 0,93 frente a 1,43 para el sector tecnológico estadounidense”, indica Oleinikov para añadir: "Históricamente, las acciones de las tecnológicas estadounidenses han mostrado PEGs más altos, en torno al 28%, que actualmente se compara con el 55%”.
Fuente: Generali Investments
La inspección de China a Didi impacta en el mercado: claves y expectativas
Las grandes tecnológicas: cómo se mide el riesgo normativo
China apuesta por la digitalización
Didi pierde una quinta parte de su valor en la bolsa de EE.UU.