El Banco Central Europeo celebra este jueves su reunión del mes de marzo con la mirada puesta en la inflación y en el aumento en los intereses de los bonos soberanos. Aunque, las principales claves para el mercado van a estar más en el mensaje que se lance por parte de Christine Lagarde en la […]
BolsasEl Banco Central Europeo celebra este jueves su reunión del mes de marzo con la mirada puesta en la inflación y en el aumento en los intereses de los bonos soberanos. Aunque, las principales claves para el mercado van a estar más en el mensaje que se lance por parte de Christine Lagarde en la rueda de prensa posterior, que en las medidas que se apliquen, ya que no se esperan sorpresas relevantes en este apartado.
“Para esta reunión se actualizarán las estimaciones de crecimiento e inflación de la eurozona para los próximos años, lo que también es un elemento a tener en cuenta ya que puede constatar la mejora de expectativas que los mercados financieros están poniendo en precio en estas últimas semanas. Desde la última reunión de la autoridad monetaria, las mayores expectativas de inflación han sido uno de los catalizadores que han movido a los bonos, lo que hace relevante las nuevas estimaciones de precios de los miembros del BCE para los próximos años”, comenta Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G.
Konstantin Veit, senior portfolio manager en PIMCO, tampoco espera cambios en la política monetaria. “El BCE está en piloto automático y considera que la configuración actual de las herramientas de política monetaria ofrece suficiente apoyo y flexibilidad”, sostiene. Aunque, sí que espera un pronunciamiento sobre el aumento del rendimiento de los bonos y su impacto en la economía real. “Esperamos que el BCE haga hincapié en el compromiso de mantener unas condiciones de financiación “favorables” y que, si es necesario, recurra a las compras de activos en el marco del programa de compras de emergencia (PEPP), en consonancia con su esquema de control flexible de la curva de rendimiento (LYCC), para respaldar las palabras con acciones”, añade.
Lo cierto es que el rendimiento medio de los bonos a 10 años de la zona euro ha subido unos 30 puntos básicos desde finales del año pasado. Aunque esta subida es mucho menor que la que se ha producido en Estados Unidos, se trata de un acontecimiento inoportuno en esta fase inicial de la recuperación económica. Ya hemos asistido a un aluvión de comentarios del BCE, ya que los sucesivos miembros del Consejo de Gobierno se han opuesto verbalmente a la evolución de los rendimientos de los bonos. “Los inversores deberían esperar más de lo mismo en la conferencia de prensa del BCE, y la presidenta Lagarde podría llegar a exponer los próximos pasos que podría dar el BCE para mantener unas condiciones de financiación favorables, incluido el aumento de las compras de bonos del QE”, asegura Paul Diggle, economista senior de Aberdeen SI.
Mientras tanto, el BCE también publicará sus últimas proyecciones macroeconómicas, que mostrarán un fuerte aumento de la inflación a muy corto plazo, pero un posterior descenso que hará que el banco central no alcance su objetivo de inflación en 2022 y 2023. “Este perfil de inflación apoyará la política acomodaticia del BCE y podría proporcionarle la cobertura para un mayor estímulo en el futuro. Para los inversores, esto significa que los rendimientos de los bonos de la eurozona pueden permanecer bien anclados, aunque sigan subiendo en Estados Unidos”, añade Diggle.
Pese a que no se esperan cambios en la política, y sí un mensaje de claro apoyo a la economía, “esta reunión de marzo del BCE será difícil”, comenta Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management. Para la experta, el compromiso del BCE de mantener las condiciones de financiación acomodaticias podría no ser suficiente para evitar el descarrilamiento de las políticas adoptadas en el pasado. “Hay que decir que el BCE también debe medir sus acciones teniendo en cuenta la necesidad de coordinarse con la política fiscal, ya que ambas son necesarias para que la Eurozona salga de la pandemia sin demasiadas cicatrices a largo plazo”, concluye Piazza.