Algunas de las mentes más brillantes de los Estados Unidos se han puesto a trabajar para crear una criptomoneda que supere al bitcoin, mejorando todos los defectos que esta divisa digital tiene. Lo principal es la rapidez, la nueva moneda, que llevará por nombre Unit-E, es capaz de procesar miles de transacciones por segundo, algo que el bitcoin no es capaz de hacer.

El proyecto no es nada desdeñable, profesores de siete universidades y a los que se ha unido el Instituto de Tecnología de Massachusetts se han juntado para este gran proyecto. Además, Unit-E es la primera iniciativa de investigación de criptodivisas que reunido a tanto talento.

Bitcoin nació para ser una moneda que crease una red de pagos en las que las partes pudieran realizar transacciones directamente sin depender de una autoridad central. Sin embargo, la tecnología empleada tiene algunos defectos que la nueva divisa corregirá.

El consejo que ha unido a estas celebres mentes se llama DTR y pretende lanzar Unit-E en la segunda mitad de 2019. Hasta ahora, se consiguen procesar hasta 10.000 transacciones por segundo. Una revolución teniendo en cuenta que la media actual a la que llega el bitcoin es de 3,3 transacciones por segundo, de 10 a 30 para Ethereum. También es más rápido que Visa, que consigue procesar 1.700 transacciones por segundo. Otro aspecto que la divisa mejorará es el de la escalabilidad.

La industria de la criptomoneda es consciente de los problemas tecnológicos que se dan a día de hoy y se han iniciado diversas alternativas para mejorar la velocidad por segundo e incluso mejorando la tecnología blockchain. Sin embargo, sobre la mesa, es Unit-E la que ha demostrado que puede solventar los problemas técnicos que registran estas divisas digitales.

Los miembros del DTR no aseguran que la divisa tenga un éxito garantizado, pero si creen que la tecnología de las criptodivisas sale ganando con este nuevo proyecto.

“El bitcoin ha demostrado que la confianza en las transacciones sin que haya un regulador central funciona, pero necesita mejorar su dimensión para que la moneda sea verdaderamente global. Fue un gran avance que tiene la capacidad de cambiar la vida cotidiana, pero no sucederá a no ser que la tecnología mejore y es en lo que estamos trabajando”, asegura uno de los investigadores a la revista Fortune.