En el mes de abril, el Nasdaq cae más de un 12%, el S&P 500 se deja más del 8,5% y el Dax un 4%. Unas correcciones notables que están haciendo que el principal índice tecnológico del mundo pierda más de un 20% en 2022 y el S&P 500 esté corrigiendo por encima del 12% […]
En el mes de abril, el Nasdaq cae más de un 12%, el S&P 500 se deja más del 8,5% y el Dax un 4%. Unas correcciones notables que están haciendo que el principal índice tecnológico del mundo pierda más de un 20% en 2022 y el S&P 500 esté corrigiendo por encima del 12% en el conjunto del año. Los principales índices europeos también acumulan caídas superiores a los dos dígitos en estos casi primeros cuatro meses del curso presente. Con un escenario así, los inversores se preguntan acerca de los motivos que están provocando la caída de los mercados.
El primero de ellos es, sin duda, la guerra de Ucrania. La invasión rusa, que comenzó el pasado 24 de febrero, no cesa y la situación se sigue enquistando a lo largo de la última semana Putin ha concentrado los ataques del ejército ruso en un intento por conquistar el este y sur de Ucrania, lo que le permitiría establecer un corredor terrestre entre el Donbás con la Península de Crimea. En las últimas cuarenta y ocho horas se han confirmado explosiones en Transnistria, una ciudad pro-rusa en Moldavia, lo que desata el temor a que estemos ante una situación similar a la vivida en Donetsk y Lugansk. Ante el envío de armas cada vez más sofisticadas y ofensivas por parte de EE.UU. y Europa el ministro de Exteriores ruso advierte de que el riesgo de una Tercera Guerra Mundial con armas nucleares es algo cada vez más probable.
También preocupa el anuncio de los cortes de gas a Polonia y Bulgaria por parte de Rusia y amenaza con el apagón, además de provocar un nuevo encarecimiento en el gas.
Por otro lado, los nuevos confinamientos en China también están desatando las preocupaciones y las caídas en el mercado debido a un nuevo tensionamiento en las cadenas de suministro, que siguen sin regresar al flujo normal desde que se produjeran los confinamientos y parones en 2020. “El mundo mira con preocupación la evolución del COVID en China donde Shanghai lleva casi un mes de confinamiento estricto y la expansión del virus se extiende por otras ciudades afectando ya a la capital del país. Todo hace temer que el impacto económico sobre la segunda economía del mundo pueda ser significativo”, advierte Darío García, analista de XTB.
A este panorama geopolítico, donde la calma parece haberla traído la victoria de Emmanuel Macron, se suman las decisiones de los bancos centrales. El BCE se reunión el pasado 14 de abril y se mostró menos agresivo de lo que cabría esperar ante la actual inflación. Sin embargo, el escenario de al menos una subida de tipos en 2022 es cada vez más realista.
Por su parte, la Reserva Federal es la que acapara todas las miradas ante la nueva reunión, donde se subirán de nuevo los tipos de interés. “A tan solo una semana de la reunión de la FED los comentarios de los consejeros de la Reserva Federal han provocado una expectativa muy agresiva de subidas de tipos de 0.50% durante las próximas reuniones hasta mediados de año. El principal efecto se está notando en el desplome del mercado de renta fija y en el dólar que sigue fortaleciéndose de forma generalizada y que en este momento está poniendo a prueba el nivel crítico de 2019 contra el Euro, mientras que contra el yen ha alcanzado los máximos del año 2000”, afirma García.
Parece que lo único positivo, salvo algunas excepciones como Netflix, la están trayendo los resultados empresariales presentados hasta el momento. En EE.UU., alrededor del 24% de la capitalización bursátil del S&P 500 ha presentado beneficios hasta ahora. Los beneficios de las empresas siguieron siendo sorprendentemente resistentes a pesar de la mayor inflación de los costes de los insumos y los problemas de la cadena de suministro, ya que el 78% de las empresas superaron las expectativas de beneficios. Esto se compara con una media de 5 años del 72%.
Sin embargo, el problema parece estar en las previsiones que es lo que está generando estas caídas de los mercados, tal y como explica el banco Julius Baer. “De las empresas que han presentado sus resultados hasta ahora, casi el 60% han previsto unos beneficios para todo el año 2022 inferiores a los previstos por el consenso, alegando la intensificación de los problemas de la cadena de suministro y el aumento de los precios de los insumos. Dado que se espera que los márgenes de beneficio alcancen un nuevo máximo histórico en el segundo trimestre de 2022, existe un alto riesgo de que se produzcan revisiones negativas de los beneficios”.
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