Los inversores minoristas parecen tener cierta lejanía ahora con la renta variable británica y también con la libra esterlina. Así lo señala el índice de sentimiento SERIX para los inversores minoristas europeos correspondientes al mes de diciembre que lleva a cabo el centro de negociación paneuropeo de derivados titulizados, Spectrum Markets. El caso de la renta variable Sus datos […]
BolsasLos inversores minoristas parecen tener cierta lejanía ahora con la renta variable británica y también con la libra esterlina. Así lo señala el índice de sentimiento SERIX para los inversores minoristas europeos correspondientes al mes de diciembre que lleva a cabo el centro de negociación paneuropeo de derivados titulizados, Spectrum Markets.
Sus datos ponen de manifiesto que de todos los índices de renta variable accesibles en Spectrum, el FTSE 100 fue el que experimentó una mayor actividad de ventas en largo y de compras en corto.
Desde que, en septiembre de 2021, el valor del SERIX del FTSE 100 se situó en 100, lo representando un equilibrio de compra y venta a partes iguales, la curva se inclinó bruscamente hacia el territorio bajista en los meses posteriores, alcanzando finalmente un valor de 87 en diciembre, el valor mensual más bajo del índice desde que se introdujo el SERIX como referencia. Por el contrario, el sentimiento positivo de los inversores se observa en el IBEX 35 español (104), el NASDAQ 100 estadounidense (103) o el MIB 40 italiano (101).
Por su parte, y siempre según el estudio de Spectrum Markets, las cifras señalan que la libra esterlina también perdió la confianza de los inversores.
“En este caso, el valor del SERIX para el par de divisas GBP/USD cayó de 112 en noviembre a 97 en diciembre, lo que también indica un sentimiento bajista. Una tendencia similar puede observarse para el sentimiento en torno a los pares de divisas GBP/JPY y GBP/EUR”, indican desde su comunicado.
Muchos factores han influido en el sentimiento inversor hacia Reino Unido: la entrada en vigor del Brexit, en 2021, incrementó los costes comerciales, lo que provocó un descenso del volumen comercial y el traslado de las sedes de las empresas a otros países. El fin de la libre circulación en el territorio de la UE afectó a los trabajadores, aumentando aún más los costes de producción y distribución. La escasez nacional de conductores de camiones, trabajadores del sector de la asistencia y de la industria alimentaria ha provocado cuellos de botella en el suministro internos, que se han sumado a la crisis de la cadena de suministro mundial y las subidas de precios asociadas. Por último, la irrupción de Omicron ha frenado las esperanzas de una recuperación rápida.
“En general, parece que los inversores minoristas simplemente no vieron muchas señales alentadoras en el mercado británico a finales de año y -por el contrario- incluso lo consideran sobrevalorado, lo que queda ilustrado por las numerosas posiciones bajistas en el índice FTSE 100. Los inversores tampoco parecen considerar que la ligera recuperación del FTSE sea sostenible a largo plazo o motivo suficiente para el optimismo. Alternativas como el IBEX español o el MIB italiano parecen ser actualmente más convincentes para los inversores en índices”, explica Michael Hall, jefe de distribución de Spectrum Markets.
Fuente: Spectrum Markets