Mientras la inflación sigue al alza en distintos países de la Eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) se prepara para hacerle frente a golpe de subida de tipos de interés intentando, a ser posible, no llevar a la economía a la recesión. La entidad de los de Lagarde así lo señalaron en su pasada reunión, […]
Mientras la inflación sigue al alza en distintos países de la Eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) se prepara para hacerle frente a golpe de subida de tipos de interés intentando, a ser posible, no llevar a la economía a la recesión. La entidad de los de Lagarde así lo señalaron en su pasada reunión, que concretaron que sería julio la fecha en la que el ‘dinero gratis’ llegaría a su fin.
Este miércoles conocíamos que el adelantado IPC España a12 meses subió al 10,2% en junio, y que la primera vez que supera el 10% desde abril de 1985, desde el 8,7% del mes anterior. En Alemania el dato de inflación de ha enfriado este me en el 8,2%, algo que ha hecho que los bonos de la zona euro caigan. Así, y aunque para algunos expertos este enfriamiento de la inflación podría suponer un punto de inflexión a la hora de que el BCE tome sus decisiones, lo cierto es que el mercado se prepara para la subida de tipos.
Ante este contexto de endurecimiento monetario, la presión de la deuda de algunos países de bloque, como Italia y España, se ha visto muy presionada, algo que ha hecho aumentar las preocupaciones del viejo continente sobre su posible fragmentación.
“Al aumentar los tipos para combatir la inflación del 8,1%, se corre el riesgo de desencadenar una inestabilidad financiera impulsada por la tensión entre los tipos y la moneda única de la UE frente a las distintas situaciones de los países”, comenta por su parte Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro.
Y es que ese riesgo de ruptura se encuentra, a su modo de ver, entre las apodadas economías centrales del norte, tales como las de Alemania o Francia, y las periféricas del sur, donde encontramos los ejemplos de Italia y España. “La más grande de la eurozona, Alemania, tiene una deuda pública/PIB del 70%, un desempleo del 5% y un PIB per cápita de 50.000 dólares. Su tercera economía más grande, Italia, tiene una deuda del 150%/PIB, un desempleo del 8,4% y un PIB per cápita un 30% inferior. Estos riesgos diferentes impulsan la sensibilidad a tipos más altos”, resalta el experto.
El BCE lanza un instrumento ‘antifragmentación’
Así, el experto hace hincapié en que los costes de financiación de los gobiernos, representados por las rentabilidades de los bonos a 10 años, tal y como se pueden ver en el gráfico, son los que obligaron a que ese encuentro de emergencia del bloque de Lagarde terminara con un instrumento de “antifragmentación” que se someterá a la consideración del Consejo de Gobierno.
“Esto podría ayudar a reducir el riesgo de una explosión de las primas de riesgo como la que se vio hace 10 años, dar al BCE espacio para aumentar los tipos, respaldar al euro y brindar alivio a las valoraciones de las acciones de la Eurozona (EZU), que están en apuros”, indica Laidler.
"El banco central parece estar tomando la dirección correcta en lo que respecta a la herramienta antifragmentación, ya que se alejó de la idea de vender Bund para esterilizar las compras de bonos periféricos, que podría haber sido fácilmente impugnada en los tribunales", dijo Khanna, estratega de UBS, a la agencia de noticias Reuters.
Como hemos visto estas semanas, ha sido la renta variable italiana la que se ha llevado la peor parte de los crecientes temores de fragmentación y ha caído bruscamente.
“Esto ocurre a pesar de que ya se encuentra entre las más baratas de Europa con menos de 9 veces los beneficios previstos, desde la empresa de servicios públicos Enel (ENEL.MI) hasta la petrolera ENI (ENI.MI) y el banco Intesa (ISP.MI)”, indica para adjuntar que Pero las economías no son bolsas de valores y poner de manifiesto que “la renta variable alemana (EWG) se ha comportado tan mal como en Italia este año, dada su gran exposición en el extranjero y a Rusia-Ucrania”.
Además explica que en este contexto, el mercado 'periférico' español (ESP35) es uno de los mejores a nivel mundial, y se está beneficiando de la reapertura de la economía turística y la exposición a América Latina.