En dos reuniones de emergencia los días 2 y 15 de marzo, la Reserva Federal ha respondido con contundencia a la intensificación de la crisis a la que ahora mismo se enfrentan todos los países y bancos centrales a nivel mundial. Ha bajado tipos en 150 puntos básicos para dejarlos en el 0%-0,25%, ha lanzado […]
BolsasEn dos reuniones de emergencia los días 2 y 15 de marzo, la Reserva Federal ha respondido con contundencia a la intensificación de la crisis a la que ahora mismo se enfrentan todos los países y bancos centrales a nivel mundial. Ha bajado tipos en 150 puntos básicos para dejarlos en el 0%-0,25%, ha lanzado un programa de flexibilización cuantitativa (QE) de 700.000 millones de dólares que comprará bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas, se ha coordinado con otros bancos centrales para potenciar la liquidez y también ha actuado en el frente que busca sostener el flujo de crédito a hogares y empresas mediante una serie de acciones a través del sector bancario. En concreto, como explica Wen-Wen Lindroth, estratega jefe de inversión y analista senior de deuda corporativa de Fidelity, estas medidas incluyen “reducir 150 puntos básicos el tipo de interés disponible a través de la ventanilla de descuento hasta 25 puntos básicos, fomentar el uso de los créditos intradía concedidos por los bancos de la Reserva Federal, animar a los bancos a recurrir a sus colchones de capital y liquidez para prestar a los hogares y empresas afectadas y reducir los coeficientes de reservas hasta el 0 a partir del 26 de marzo”.
Existe unanimidad entre los gestores a la hora de concluir que la FED ha sido proactiva y rápida. Otra cosa es que eso sea suficiente para la economía y los mercados. Y a la vista del desplome de la última jornada en Wall Street (Dow Jones -12,93%), parece que no, de momento.
¿Por qué no ataja las ventas?
Desde Monex Europe dejan claro que todas las medidas aplicadas por la FED de golpe “son equivalentes al ajuste monetario que la FED implementó a lo largo de varios meses durante la crisis financiera del 2008, lo que da una medida de la gravedad de la recesión en camino”.
Sebastien Galy, estratega senior de estrategia macroeconómica de Nordea AM, recuerda que la FED se ha adelantado y ha tomado las medidas que se esperaban para la reunión de esta semana. “Si esto se ve como un movimiento de pánico, ya que los restaurantes están cerrados en la ciudad de Nueva York, no ayudará a los mercados de valores”. Y así ha sido. Adam Vettese, de eToro, destaca que la decisión de la FED al disparar su bazuka de política monetaria en un intento de calmar “ha espantado a los mercados, más que tranquilizarlos”. Este experto cree que “los bancos centrales han usado ya la mayoría de su capacidad de estímulo disponible, es ahora responsabilidad de los Gobiernos adoptar las medidas fiscales que permitan detener el daño económico que está causando el coronavirus”.
Michael Strobaek, CIO global de Credit Suisse, constata que la respuesta inicial del mercado sobre la efectividad de las medidas acordadas ha sido escéptica. Considera que la flexibilización de las políticas no puede prevenir la recesión a corto plazo, pero sí debería proporcionar un fuerte repunte después de unos tres meses de recesión que, a su juicio, parece inevitable “en Europa, Estados Unidos y otros lugares, principalmente debido a las importantes medidas de bloqueo que se están implementando”. Además, ve ineludibles medidas sustanciales para apoyar a las empresas, algo que ya se comienza a ver en Europa.
¿Qué más se puede hacer?
Es posible que ninguna cantidad de dinero que llueva del cielo calme a corto plazo a los mercados porque eso no puede curar el virus. Se necesita tiempo. Sin embargo, el bálsamo de la Reserva Federal va en la dirección correcta. “Damos la bienvenida a las medidas de la Fed y esperamos que esto continúe en su próxima reunión, mientras que otros bancos centrales deberían seguir para responder a este evento de parada repentina”, asegura Galy. Mientras que, David Page, Head of Macro Research de AXA Investment Managers, espera que la FED aumente la escala del QE en los próximos meses y que Jerome Powell sugiera en la reunión de este miércoles acciones futuras.
Pese a todo, desde Fidelity, consideran que “la FED ha adoptado casi todas las medidas posibles dentro de su mandato legal, lo que indica que está tomándose muy en serio la situación”. Además, recuerdan que, si se comparan estas medidas “con el guion que empleó la Fed durante la gran crisis financiera, lo único que falta es una línea de financiación para pagarés (CPFF)”. Sin embargo, también hay quien recuerda que no hay que subestimar las capacidades de los bancos centrales. Diego Fernández Élices, director de inversiones de A&G Banca Privada, reconoce que el sentido común dicta que “el efecto marginal de las políticas monetarias es decreciente”. Sin embargo, cree que esto es así sólo si consideramos las herramientas tradicionales, “ pero llevamos tiempo con herramientas poco tradicionales. (…) Lo de que no hay munición no es así, lo cual no implica que todo lo tengan que hacer los bancos centrales”, recuerda. Y pone un ejemplo, “en Hong Kong se han dado 1.000 dólares por habitante, así que no subestimemos la capacidad de los bancos centrales”.
Pese a todo, las miradas se dirigen ahora a los gobiernos. Monex Europe recuerda que el Congreso de EE.UU. vota esta semana “una propuesta para incrementar el gasto fiscal por 50.000 millones de dólares en ayuda económica a hogares y negocios afectados por el virus”. Y Joachim Fels, asesor económico global de la gestora de fondos PIMCO, avisa de que la solución requiere de “una enorme respuesta fiscal”. Defiende que “va a ser necesario aunar todos los esfuerzos posibles por parte de las autoridades monetarias y políticas para evitar que el escenario ya inevitable de recesión pueda convertirse en uno de depresión”. De momento, celebra que ambas partes se hayan puesto manos a la obra, pero ve necesarias “respuestas fiscales de gran calado para apoyar a negocios y a los ciudadanos”, incluyendo rebajas fiscales y subsidios.