La Reserva Federal celebró la reunión del mes de septiembre con la vista puesta en el cambio en los objetivos de inflación, que ya anunciaron a finales de agosto. Más allá de eso, la Fed se comprometió a no subir los tipos hasta, al menos, finales de 2023 y no se mostró impaciente por retirar […]
BolsasLa Reserva Federal celebró la reunión del mes de septiembre con la vista puesta en el cambio en los objetivos de inflación, que ya anunciaron a finales de agosto. Más allá de eso, la Fed se comprometió a no subir los tipos hasta, al menos, finales de 2023 y no se mostró impaciente por retirar los estímulos de mercado. Aunque, pidió al Gobierno americano más apoyo a la economía a través de un nuevo estímulo fiscal. En cuanto a la situación macroeconómica, el organismo se mostró más optimista sobre la recuperación del PIB nacional y el desempleo.
Las nuevas proyecciones de la Fed esperan que la economía de EE.UU. caiga menos de lo previsto en 2020, con un crecimiento del PIB en el cuarto trimestre -3,7% desde -6,5% de junio, y un aumento de un 4% en 2021 desde la cota del 5% de junio. Se espera que la inflación subyacente se recupere gradualmente, sólo en el 2% en 2023, dejando suficiente espacio para superar el nivel de 2% durante los años siguientes. Finalmente, en el mercado laboral, la tasa de desempleo se mejoró desde un 9,3% hasta un 7,6% en 2020 y desde un 6,5% al 5,5% en 2021. Para 2023 se espera una tasa de desempleo del 4,0%, sólo ligeramente por debajo de la estimación a largo plazo del 4,1% de la Reserva Federal (véase la tabla completa a continuación).
¿Qué piensan los expertos?
El comunicado de ayer de la Reserva Federal “ata los cabos sueltos de la revisión estratégica anunciada el mes pasado, al vincular sus políticas a objetivos y a una estrategia a largo plazo. Como sus objetivos son ambiguos, también lo es el lenguaje que emplea”, señala Vincent Reinhart, economista jefe de Mellon, parte de BNY Mellon Investment Management. La Fed se propone alcanzar el pleno empleo y mantener la inflación en el 2% a largo plazo. Para ello, intentará que la inflación supere “de forma moderada” el 2% durante “algún tiempo”. “Esta falta de concreción le da a la institución un amplio margen de discrecionalidad, lo que se encaja bien con el estilo del presidente Powell. La Fed también ha cambiado su justificación para la compra de activos, de respaldar el funcionamiento del mercado a flexibilizar las condiciones financieras”, añade Reinhart.
“Debido a que la incertidumbre sobre el ritmo de la recuperación, la trayectoria de la COVID-19 y la posible llegada de la vacuna sigue siendo elevada, la Reserva Federal se mantiene firme y las últimas actualizaciones de las previsiones y la orientación futura de los tipos de interés oficiales están en consonancia con la nueva estrategia de inflación. El mantenimiento de la postura política sugiere que el Comité sigue estando satisfecho con las medidas actuales y la compra de activos y quiere mantener la flexibilidad para ajustarlas en los próximos meses”, puntualiza Sandrine Perret, Senior Economist de Vontobel AM.
Por su parte Edoardo Fusco Femiano, analista de mercado de la plataforma de inversión multi-activos eToro, comenta que: “A pesar de las revisiones al alza de las perspectivas macroeconómicas de EE UU para el año, la Fed ha confirmado su intención de perseguir una mayor inflación como un medio para priorizar la recuperación económica, con el objetivo de lograr más crecimiento económico y empleo. Powell confirmó la decisión de tasas bajas hasta 2023 y básicamente está pasando la pelota a la política fiscal. Al mismo tiempo, los inversores están asumiendo que el futuro estímulo fiscal será financiado por la compra adicional de bonos por parte de la Reserva Federal. En general, podría ser una hipótesis peligrosa pero, sin ella, el riesgo de una espiral descendente de la economía podría ser aún mayor”.