Six Group conseguía un 93,16% del capital de BME en su oferta sobre la compañía, pero no el 95% que se había fijado como condición para excluir de bolsa al operador español. De este modo, que la firma española siga siendo cotizada está en manos de los accionistas que no han acudido (un 6,84%) y que tienen de plazo hasta septiembre para hacerlo en virtud del proceso de sell-out que se abre y que les permite exigir a SIX que les compre sus acciones al mismo precio de la oferta: 32,98 euros por acción.

El operador de los mercados suizos aclara que cumple con las condiciones para ejercitar la venta forzosa (squeeze-out) de las acciones restantes de BME. Sin embargo, en el folleto de la OPA se comprometió de forma voluntaria a no llevarla a cabo si la proporción de acciones en manos de accionistas no significativos (que posean menos del 3%) era superior al 5% del capital de BME.

Así las cosas, SIX vigilará desde ahora y hasta el 5 de septiembre si se cumple este requisito adicional para exigir, en su caso, la venta forzosa de los títulos de BME que no posea, lo cual implicaría la exclusión de bolsa del gestor de las bolsas españolas, quince años después de su debut en 2005. Esto ocurriría, por tanto, si en estos próximos tres meses accionistas con un 1,84% de BME se suman a la OPA de SIX.