Los mercados se mueven ahora con dos puntos de mira muy claros que sin duda van a tener su repercusión en los índices bursátiles mundiales. Por una parte, la llegada de las buenas nuevas de Pfizer y Moderna con sus vacunas altamente eficaces, que han hecho soñar a los datos del mercado con una normalidad […]
Los mercados se mueven ahora con dos puntos de mira muy claros que sin duda van a tener su repercusión en los índices bursátiles mundiales. Por una parte, la llegada de las buenas nuevas de Pfizer y Moderna con sus vacunas altamente eficaces, que han hecho soñar a los datos del mercado con una normalidad más próxima, y por otro, el punto de la encrucijada en la que se encuentran ahora las decisiones estadounidenses.
Así, mientras tras la euforia demostrada en las bolsas ante los fármacos prometedores contra el Covid-19 ahora es ya mucho más comedida, las incógnitas que rodean los resultados finales de las elecciones en Estados Unidos podrían afectar en gran medida el punto de vista de los índices bursátiles.
Los mercados celebraron un Congreso dividido
Hace apenas unos días, los mercados respiraban aliviados tras los comicios estadounidenses. Para los inversores y según Esty Dwek, responsable de estrategia global de mercado de Natixis IM Solutions (Natixis Investment Managers), “la división del Congreso será vista como el mejor resultado para los mercados” pues sugiere la necesidad de un gabinete centrista que pueda aprobar el Senado estadounidense y que no le pusiera realmente una fecha al estímulo fiscal de los demócratas de Biden propuesto en campaña.
Sin embargo, parece que el estado de Georgia se ha convertido a día de hoy en el epicentro clave de la política y la economía mundial. Y es que, aunque en estos comicios este territorio tradicionalmente republicano ha sido declarado azul y demócrata en el mapa, todavía están por definirse dos puestos para el Senado en una segunda vuelta que tendrá lugar el 5 de enero.
La importancia del control del Senado: clave para Biden
Y pese a que la victoria en las elecciones ya es de los demócratas y de su candidato Joe Biden, es bien sabido que en política estadounidense (y por extensión en su economía) el control del Senado es fundamental para llevar a cabo decisiones en la Casa Blanca.
Tanto las promesas de campaña como las nominaciones del nuevo gabinete de la administración deben pasar por él y, teniendo en cuenta que a día de hoy lo conforman en su mayoría los republicanos, Biden lo va a tener más que complicado para sacar adelante sus promesas electorales más “revolucionarias”.
Estas serían por ejemplo ciertas medias de protección medioambiental, programas de salud, leyes de naturalización para inmigrantes indocumentados y la temida fiscalidad que pasa por el aumento de impuestos a las grandes empresas. Y de ahí la importancia ya nombrada de Georgia y su segunda vuelta en enero de 2021.
“Creemos que una eventual mayoría demócrata en el Senado llevaría a un mayor gasto que nuestro caso base de Biden con un Senado republicano y, daría al partido más control sobre los comités y el proceso legislativo”, aclara Álvaro Cabeza, Country Head UBS AM Iberia no sin advertir: “Este resultado tampoco llevaría a la implantación del conjunto de políticas de la “Ola Azul”, ya que varios senadores demócratas no parecen apoyar un aumento de impuestos”.
Mitch McConnell, el republicano que alivia al mercado
Según Álvaro Cabeza, los recientes comentarios de Mitch McConnell, republicano y presunto líder de la mayoría en el Senado a día de hoy han aliviado alguna de las preocupaciones que rodean a la política estadounidense y a los mercados. “McConnell expresó su deseo de ofrecer estímulos adicionales antes de fin de año y se mostró dispuesto a ayudar a los gobiernos estatales y locales como parte de dicho paquete. Un estímulo reducido es mejor que nada, con el ahorro en los hogares aun significativo, pero en claro retroceso”, expresaba Cabeza para añadir: “De este modo, el riesgo de cola asociado a esta configuración de los poderes legislativo y ejecutivo ha disminuido. Por supuesto, vigilaremos de cerca si la voluntad de McConnell de llegar a un acuerdo fiscal se hace realidad”.
Y es que si echamos la vista atrás y con la crisis económica de hace 10 años, Cabeza explica que “la consolidación fiscal que se produjo cuando los senadores republicanos adoptaron una línea más rígida en el gasto público fue un obstáculo para el desarrollo de la recuperación”.
De hecho, Laurent Benaroche, gestora de fondos Multi Asset & Overlay en Edmond de Rothschild Asset Management, también matizaba hace unos días que “el escenario preferible es el de un estímulo fiscal más moderado, y un bloqueo a las principales medidas regulatorias y fiscales deseadas por los demócratas”.