La primera reunión del año de la Reserva Federal está centrando toda la atención del mercado debido a la alta inflación y a las medidas que pudiera tomar el banco central estadounidense. Las miradas estarán puestas, sobre todo, en el discurso que dará Jerome Powell después de que se publique el comunicado del FOMC y […]
La primera reunión del año de la Reserva Federal está centrando toda la atención del mercado debido a la alta inflación y a las medidas que pudiera tomar el banco central estadounidense. Las miradas estarán puestas, sobre todo, en el discurso que dará Jerome Powell después de que se publique el comunicado del FOMC y la decisión con respecto a los tipos de interés. Eso sí, el consenso de mercado no espera ningún decisión de calado en esta reunión, ya que lo que se está descontando es una primera subida de tipos para el mes de marzo y, quizá, una aceleración en el plan de retirada de estímulos, que comenzó en el mes de noviembre.
“Con la inflación todavía muy por encima del objetivo y la tasa de desempleo ahora por debajo de las estimaciones para el nivel máximo a largo plazo, esperamos que la Reserva Federal utilice esta reunión para reiterar la orientación reciente: los representantes ahora esperan un despegue en marzo, tres o cuatro subidas de tipos este año y un comienzo más temprano y más rápido del ajuste cuantitativo (QT) que esperamos que comience en junio o septiembre”, comenta Tiffany Wilding, economista para EE.UU. de la gestora PIMCO.
Lo cierto es que lo que ha trastocado al mercado fueron las publicación de las actas de la reunión del mes de diciembre, que se conocieron durante la segunda semana de enero. Estas revelaron una Fed más agresiva de lo esperado, particularmente en lo que respecta al empleo, del cual señala el mercado está “muy ajustado”. También señalaron la voluntad de aumentar los tipos antes y más rápido de lo esperado inicialmente. Algunos miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) incluso sugirieron comenzar a reducir el balance de la Fed.
“Esperamos un discurso firme sobre el endurecimiento de su política monetaria para contrarrestar las amenazas inflacionarias, pero ningún anuncio concreto aparte de la confirmación de una primera subida de tipos en marzo. El objetivo de la Fed en la reunión del FOMC debería ser ganar tiempo, y por tanto visibilidad, para que sus previsiones económicas recuperen credibilidad”, asegura Franck Dixmier, Director Global de Renta Fija en Allianz Global Investors,
Lo que espera el consenso, especialmente, es un mensaje más ‘hawkish’ por parte de Powell y, quizá, la formulación de un plan de acción para reducir el balance del banco. “Esperamos que la FED ofrezca más información sobre la reducción del balance, sin comprometerse a un plazo concreto (ni a una cantidad específica) para evitar cualquier reacción de pánico en los mercados financieros. El anuncio formal podría producirse durante el verano, tras las dos primeras subidas de tipos (marzo y junio)”, sostiene François Rimeu, estratega senior de La Française AM.
En definitiva, no se esperan grandes decisiones en esta reunión, solo la confirmación de una política más ‘hawkish’ y una comunicación más clara con respecto a las subidas de tipos previstas para el 2022. “En la reunión de enero, la Fed confirmará su giro hacia una política más hawskish (halcón). Es probable que sea más clara y aporte datos sobre el calendario de evolución de los tipos de interés, mientras que la divulgación de los detalles del balance tendrá que esperar a la primavera”, agrega Paolo Zanghieri, economista senior de Generali Investments.
Tampoco se podrá perder de vista el aumento de la rentabilidad de los bonos del tesoro americano a 10 años, que ya está en máximos de los últimos dos años al situarse el 1,7%, lo cual le lleva a niveles no vistos desde 2019. Por tanto, esto también puede ser un condicionante importante a la hora de tomar decisiones monetarias, ya que de ser demasiado agresivos se encarecería la financiación del Estado.
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