El giro de endurecimiento monetario del Banco Central Europeo (BCE) está causando reacciones en los mercados, fundamentalmente en rojo ante la aversión al riesgo con que ahora ven el panorama los inversores. Esta política más hawkish o dura es, según los expertos, una mala noticia para España y para Italia. El cambio de rumbo del […]
El giro de endurecimiento monetario del Banco Central Europeo (BCE) está causando reacciones en los mercados, fundamentalmente en rojo ante la aversión al riesgo con que ahora ven el panorama los inversores.
Esta política más hawkish o dura es, según los expertos, una mala noticia para España y para Italia.
"El BCE cambia de rumbo y solo acaba de empezar a endurecer su política monetaria”, ha comentado Philippe Waechter, jefe de investigación económica de Ostrum AM, que advierte que "el cambio de política del BCE penaliza a España e Italia”.
Y es que según explica el economista de la gestora, "la dificultad para que el BCE aplique su nueva estrategia monetaria es la dispersión de los tipos de interés entre los distintos países de la zona. El BCE tendrá que ajustar su estrategia para limitar el riesgo de fragmentación financiera en la eurozona. Esto reduce un poco la legibilidad de la política monetaria".
Así, y según Waechter, "al endurecer su política monetaria, el BCE quiere limitar las anticipaciones de una inflación elevada y persistente que podría llevar a un aumento de los salarios, creando una espiral de precios y salarios. Aunque la inflación subyacente no sea demasiado elevada, el BCE debe limitar este riesgo".
A su juicio, se plantean varias cuestiones, como "¿hasta qué nivel endurecer los tipos de interés? y, ¿qué pasa con los tipos de interés a largo plazo?", así como qué referencias hacer para ajustar y calcular ambas cuestiones.
“Si los bancos centrales son creíbles en la lucha contra la inflación y si hacen lo necesario, los inversores no incluirán una prima de inflación y los tipos de interés a largo plazo podrían entonces estabilizarse", pero, al hilo, Waechter advierte: "la inflación se desviará permanentemente del objetivo actual y, probablemente, el BCE no pueda mantener el objetivo de inflación del 2%".
"Con su subida de tipos de interés prevista para el 21 de julio, el BCE pone fin a un largo periodo de tipos de interés muy bajos y estables. Será la primera subida desde el 7 de julio de 2011. Y, con la subida indicada para la reunión de septiembre, ya no habrá tipos negativos en el arsenal del BCE", e indica: "este cambio de marco es radical aunque a corto plazo el nivel de los tipos de interés siga siendo reducido. A finales de septiembre, el tipo de interés de referencia del BCE será sólo del 0,5%. Vendrán nuevas subidas".
Ante las previsiones de que la inflación seguirá siendo indudablemente alta durante algún tiempo, el Consejo de Gobierno del BCE ha decidido este jueves adoptar nuevas medidas para normalizar su política monetaria.
Así, los de Lagarde han decidido poner fin a las compras netas de activos en el marco de su programa de compras de activos (APP) a partir del 1 de julio de 2022 y Por lo que respecta al programa de compras de emergencia (PEPP), el Consejo de Gobierno tiene la intención de reinvertir los pagos del principal de los valores adquiridos en el marco del programa hasta, al menos, el final del año 2024.
Además, el BCE ha decidido en su reunión elevar los tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos en su encuentro de política monetaria de julio.
“Nuestra previsión de subidas acumuladas de 150 puntos básicos por parte del BCE para este año se consideró muy agresiva la semana pasada, pero hoy lo es menos pues el banco central se inclinó por una subida de 25 puntos básicos en julio, pero dejó la puerta a incrementos mayores después. Un total de 125 pb de subidas parece ser el límite inferior, y teniendo en cuenta que es probable que haya más sorpresas en materia de inflación, pensamos que hay dos subidas de 50 pb sobre la mesa (que calculamos en septiembre/octubre)”, indican los expertos de Bank of America (BofA).
Que añaden: “La economía o los diferenciales impedirán que el BCE vaya más allá de un tipo de interés de depósito del 1% y un tipo de refinanciación del 1,5% a finales de año. Es probable que aumenten los riesgos de fragmentación, pero el banco central no se apresura a disponer de ningún instrumento de forma proactiva. Nos preocupa cada vez más que el BCE haga demasiado/demasiado rápido y cree problemas con el crecimiento, los diferenciales o ambos”.