La economía ha entrado en un bucle que es difícil de pronosticar un desenlace claro. Por un lado, se encuentra la inflación desbocada, que parece que no termina ni de tocar techo ni de remitir. Por otro lado, los bancos centrales han comenzado a endurecer masivamente su política monetaria llevándola, en el caso de los […]
Tipos de interésLa economía ha entrado en un bucle que es difícil de pronosticar un desenlace claro. Por un lado, se encuentra la inflación desbocada, que parece que no termina ni de tocar techo ni de remitir. Por otro lado, los bancos centrales han comenzado a endurecer masivamente su política monetaria llevándola, en el caso de los Estados Unidos, al modo ‘restrictivo’. Es en este punto donde los inversores, analistas y el mercado en general se pregunta hasta dónde pueden llegar los tipos de interés.
Es una pregunta con una difícil respuesta, ya que los pronósticos que sirven para un mes, ya no sirven para el otro. La evolución de la inflación, del mercado de trabajo y del PIB parecen ser los indicadores que más influyen en la toma de decisiones de los bancos centrales. Por tanto, las previsiones que hay actualmente es en el contexto hasta ahora conocido. Esto es, una inflación del 8,3% en los Estados Unidos – la subyacente del 6,1% – y del 9,1% en la Eurozona.
En la reciente reunión de la Reserva Federal no solo se subieron de nuevos los tipos, sino que se lanzaron nuevas previsiones. Ahora, el tipo general se encuentra ya en el entorno del 3-3,25%, pero parece que no se quedará aquí, ni mucho menos. “En el 4,6%, el tipo de interés oficial previsto para 2023 es más alto de lo que los mercados habían anticipado, aunque ya habían revisado sus expectativas al alza de forma significativa tras la publicación de las cifras de inflación de la semana pasada. Esta perspectiva agresiva de endurecimiento monetario se combina con una perspectiva de crecimiento fuertemente revisada y una tasa de desempleo esperada significativamente mayor para los próximos dos años”, comenta Enguerrand Artaz, gestor de fondos de la gestora francesa La Financière de l'Echiquier.
Esto supone que la Fed, podría aplicar una subida de hasta 125 p.b. en meses separados, se entiende que volverán a subir los tipos en 75 p.b. en el mes de octubre, es lo que descuenta el mercado. Si se ratifica la subida de 75 p.b. en octubre, los tipos quedarían ya en el entorno del 3,75-4%. Por tanto, las últimas subidas podrían llegar a finales de año, o comienzos del 2023. Aunque, como recuerda Artaz, “la expectativa de casi un tercio de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) (5 de 16) de un tipo de interés oficial del 4,9% sugiere incluso que podrían producirse nuevas sorpresas hawkish en los próximos meses”.
El Banco Central Europeo subió los tipos de interés en 75 p.b. en su reunión de septiembre haciendo que el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 1,25 %, 1,50 % y 0,75 %, respectivamente. Unos niveles mucho más bajos que los de los Estados Unidos, ya que el BCE no subió los tipos por primera vez hasta el mes de julio.
Sin embargo, los mercados no creen que las subidas de tipos europeas vayan a tener mucho más recorrido, aunque sí se espera alguna subida más de aquí hasta finales de año. “Seguimos esperando subidas de tipos firmes y, a la luz de la reunión de ayer, hemos ajustado nuestra expectativa de tipos de interés a finales de 2022 al 1,75% (desde el 1,50%)”, comenta Martin Wolburg, Economista Senior de Generali Investments. La pregunta que cabe hacerse, en el caso europeo, es que si unos tipos la mitad de bajos que los estadounidenses servirán para mitigar una inflación más alta que la americana.