Todas las entidades han aprobado la segunda fase (cualitativa) de los ‘test de estrés’ llevados a cabo por la Reserva Federal (FED). Es la primera vez que esto ocurre en los últimos siete años, desde el inicio de la crisis financiera global, por lo que los bancos se han lanzado a pagar dividendos a sus accionistas y a recomprar títulos. Es el caso de JP Morgan, la mayor entidad por volumen de crédito, que ya ha anunciado un incremento de sus dividentos cuatrimestrales del 12%, además de un incremento en la readquisición de sus valores de 19.400 millones de dólares, un 90% superior al del año anterior. Citigroup hará lo propio duplicando sus dividendos y con una reinversión en títulos de 15.600 millones. Bank of America incrementará la retribución a sus accionistas en un 60% y recomprará hasta 12.000 millones en títulos. Las acciones de las tres entidades se dispararon más de un 1,5% en la bolsa de Nueva York. Está previsto que, junto a Wells Fargo y Morgan Stanley, los principales bancos estadounidenses recompren acciones por un valor aproximado de 64.000 millones de dólares. Además, se espera que distribuyan casi el 100% de sus ganancias durante los próximos cuatrimestres entre sus inversores. Respecto a los bancos internacionales, los dos españoles, BBVA y Banco Santander, han aprobado sin problemas los requisitos de la FED. El foco estaba puesto en el alemán Deutsche Bank y en Banco Santander, tras suspender dos años consecutivos la parte cualitativa de los test. Los buenos resultados de las pruebas incrementan la presión de Wall Street sobre los reguladores para suvizar los requisitos de los test. La Adminsitración Trump es la primera que quiere premiar la suficiencia de capital en las entidades proponiendo a miembros del stablishment financiero para el consejo de la FED. El propio secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, recomendó a principios de año que se limitara la frecuencia de las pruebas y que aquellos bancos con altos niveles de capital quedarán exentos.
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