Fue su consejero delegado, Muhtar Kent, quien presentó, a principios del pasado ejercicio un plan estratégico para sacar a Coca Cola de la situación de estancamiento en la que estaba metido. Una situación que reflejan a la perfección sus resultados. En el tercer trimestre, la compañía de refrescos experimentó una caída en su beneficio neto del 15%, mientras que su cifra de negocio se mantuvo igual.
La corporación, que cuenta con una plantilla global de 13.000 empleados, ha empezado a notificar los despidos a los primeros afectados en un proceso que se espera que concluya en los próximos meses, según explica en un comunicado. "Nos hemos comprometido a garantizar un trato justo y equitativo para todo el personal afectado", añade la multinacional.
El plan estratégico de Kent, que pasa por ahorrar unos 3.000 millones de dólares, tiene un horizonte de cinco años. El original buscaba 1.000 millones de ahorros, que se triplicaron en el último retoque. Las nuevas iniciativas anunciadas hace dos meses pasan por ampliar los programas de productividad y simplificar más sus operaciones. Coca-Cola no descarta la posibilidad de que haya recortes adicionales de empleo más adelante.
La empresa ganó en los nueve primeros meses del año pasado unos 6.300 millones de dólares, un 7,5% menos interanual, y sus ventas retrocedieron casi un 2%, hasta 35.100 millones.
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