A pesar de la escasa fiabilidad de los datos y de la falta de un marco normativo claro, en GIAM incorporamos riesgos potencialmente graves para la biodiversidad a nuestro proceso de inversión.
Como ya se ha mencionado, dada la complejidad del modo en que la biodiversidad repercute e interactúa con nuestra economía, creemos que las decisiones de inversión relacionadas con la biodiversidad no deben descansar en un único indicador.
A nuestro mapeo de impactos sectoriales e independencia le sigue una evaluación de la gestión del riesgo de biodiversidad de las empresas para identificar a los líderes y rezagados dentro de cada sector, con el fin de evitar decisiones de inversión sesgadas por sectores.
Más concretamente, el perfil ASG evaluado para emisores individuales y sectores, junto con el análisis de controversias, son componentes estructurales de la política de exclusión adoptada en nuestras carteras. Esto nos permite detectar ex ante los riesgos de biodiversidad entre las oportunidades de inversión, y también gestionar cuidadosamente las posiciones existentes con problemas críticos emergentes.
Los emisores que se consideran rezagados en materia de ESG dentro de su sector (o entre países, en el caso de emisores soberanos), o que están sujetos a controversias graves y estructurales (incluidas cuestiones de biodiversidad), se excluyen normalmente del universo de inversión y, si se considera que constituyen un caso de inversión valioso, pueden considerarse candidatos para una actividad de compromiso. La exposición existente a emisores incluidos en los filtros de exclusión se lleva a cero en el caso de las posiciones en renta variable o se reduce gradualmente en el caso de los valores de renta fija.
De cara al futuro, creemos que un marco de integración más sólido requiere el análisis de cada pilar impulsor de la pérdida de biodiversidad: uso de la tierra/agua, explotación de recursos, contaminación, cambio climático y especies exóticas invasoras.
También estamos adoptando un planteamiento proactivo para evaluar cómo pueden afectar a los emisores las crecientes normativas, entre las que se incluyen: Reglamento de la UE sobre productos libres de deforestación, Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE, Reglamento de la UE sobre diseño ecológico y Reglamento de la UE sobre uso sostenible de plaguicidas y sus consecuencias para los emisores. Reconocemos que los emisores necesitan tiempo para actualizar sus modelos empresariales a fin de cumplir la normativa, especialmente en lo que respecta al cumplimiento a lo largo de su(s) cadena(s) de suministro. Los compromisos cuantificables son un buen punto de partida para identificar y ayudar a los emisores a minimizar tanto sus impactos sobre la biodiversidad como las repercusiones de la normativa sobre biodiversidad en sus resultados financieros.
2023-09-07 10:03:07
