Definición de Fecha de Conversión La fecha de conversión se refiere al momento en el que un instrumento financiero convertible, como un bono convertible en acciones, puede ser intercambiado o convertido en acciones ordinarias del emisor. Esta fecha está establecida en los términos y condiciones del instrumento y determina cuándo el inversionista tiene el derecho […]
Dirigentes Digital
| 04 ene 2024
La fecha de conversión se refiere al momento en el que un instrumento financiero convertible, como un bono convertible en acciones, puede ser intercambiado o convertido en acciones ordinarias del emisor. Esta fecha está establecida en los términos y condiciones del instrumento y determina cuándo el inversionista tiene el derecho de convertir su inversión en acciones.
La fecha de conversión es una especificación crucial en los bonos u otros instrumentos financieros convertibles. Establece el período durante el cual los inversionistas pueden ejercer su derecho de convertir el valor del instrumento en acciones comunes del emisor, según las condiciones preestablecidas en el momento de la emisión.
Para los bonos convertibles en acciones, la fecha de conversión es el momento en el que el tenedor del bono puede optar por convertir el valor nominal del bono en un número específico de acciones ordinarias del emisor. Esta opción puede ejercerse en cualquier momento después de la fecha de conversión y antes de la fecha de vencimiento del bono, sujeta a las condiciones establecidas en el prospecto de emisión.
La fecha de conversión generalmente está acompañada por un precio de conversión fijo o determinado, que especifica la relación entre el valor nominal del bono y la cantidad de acciones que el inversionista recibirá al convertir. La posibilidad de conversión permite a los inversionistas beneficiarse de la apreciación del precio de las acciones del emisor durante el período de tenencia del bono convertible.
La inclusión de una fecha de conversión en un bono convertible ofrece flexibilidad a los inversionistas al permitirles beneficiarse de las fluctuaciones del mercado y participar en el potencial de crecimiento del valor de las acciones del emisor. Además, proporciona una opción de liquidez adicional al inversionista, quien puede optar por convertir el bono en acciones y venderlas en el mercado abierto si considera que es más ventajoso que mantener el bono.