Hace apenas dos décadas, había más personas en el campo que en las zonas urbanas a nivel global. Desde entonces, el ratio ciudad-campo se ha invertido: alrededor del 56 % de la población mundial vive ahora en ciudades, y la cifra seguirá aumentando según la humanidad se adentra en el siglo XXI. Según las Naciones […]
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| 18 sep 2023
Hace apenas dos décadas, había más personas en el campo que en las zonas urbanas a nivel global. Desde entonces, el ratio ciudad-campo se ha invertido: alrededor del 56 % de la población mundial vive ahora en ciudades, y la cifra seguirá aumentando según la humanidad se adentra en el siglo XXI. Según las Naciones Unidas, en 2050, dos tercios de los 10 mil millones de personas que habitarán el planeta para entonces vivirán en áreas urbanizadas.
La expansión constante de las ciudades ha revelado serios retos en su planificación, arrojando luz sobre problemas como la injusticia social y la exclusión, las redes de transporte público inadecuadas o insuficientes y los problemas de salud relacionados con la contaminación. Una idea que ha estado ganando terreno recientemente como un camino hacia futuros más sostenibles, habitables y saludables en los entornos urbanos son las denominadas ciudades de 15 minutos. La principal idea que sostiene este concepto es construir ciudades de tal manera que la mayoría de las necesidades y servicios diarios estén ubicados a menos de un cuarto de hora a pie o en bicicleta. Este novedoso concepto fue ideado en 2016 por Carlos Moreno, urbanista y profesor de la Universidad de la Sorbona en París, con un objetivo en mente: facilitar el acceso a tiendas, escuelas, médicos, gimnasios, parques, restaurantes e instituciones culturales a toda la población urbana.
La idea, pese a ser reciente, ha adquirido gran popularidad en diversos puntos del planeta: ya hay 16 ciudades en todo el mundo que han implementado el concepto de ciudad de 15 minutos o ideas similares, o están trabajando para hacerlo con variaciones en el tiempo: algunas buscan implementar conceptos de 20 minutos, otras de 10 minutos. Asimismo, también se producen diferencias en la panificación: algunos proyectos se centran en la reconversión de distritos urbanos específicos y otros más ambiciosos en la transformación de toda la ciudad.
Una de las urbes pioneras en aplicar este concepto ha sido París. Carlos Moreno presentó su concepto en 2016 a la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, quien lo presentó en su campaña de reelección. Con la llegada de la pandemia y los confinamientos, el gobierno municipal aprovechó para acelerar su implementación. El plan parisino gira en torno a las escuelas, a las que considera "capitales" y las transforma en el centro de cada barrio. Los patios escolares se están reconvirtiendo en parques para hacerlos accesibles para otras actividades después de las clases y durante el fin de semana. París también quiere eliminar la mitad de sus 140.000 plazas de aparcamiento, convirtiéndolas en zonas verdes, parques infantiles o plazas de estacionamiento de bicicletas. El gobierno municipal pretende que todas las calles de París sean aptas para bicicletas en 2026.
En 2016, Shanghái anunció planes para introducir lo que han denominado "círculos de vida comunitaria de 15 minutos", un plan que garantizaría que todas las actividades diarias se realicen dentro de los 15 minutos a pie. Siguiendo su estela, otras 50 ciudades chinas buscan implementar el concepto.
Un estudio elaborado por la Universidad Sun Yat-sen, en China, muestra que apenas 25 megaciudades -aquellas aglomeraciones que cuentan con más de 10 millones de habitantes- producen el 52% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Por ello, parte de los esfuerzos globales destinados a evitar el aumento de las temperaturas pasa por actuar en este tipo de urbes. Lo sorprendente es que, a excepción de Tokio y Moscú, el resto de las megaciudades más contaminantes se encontraban en China.
Pese a que queda mucho trabajo por hacer, el gigante asiático ha conseguido reducir la cantidad de partículas dañinas en el aire un 40% entre 2013 y 2020, según el informe presentado en junio por el Instituto de Política Energética (EPIC) de la Universidad de Chicago. Se trata de la mayor reducción de la polución ambiental jamás registrada en un lapso tan corto de tiempo
C40 es una red global formada por un centenar de alcaldes de las principales ciudades del mundo de los cinco continentes que están unidos para enfrentarse la crisis climática. Los alcaldes de las ciudades C40 se comprometen a utilizar un enfoque inclusivo, basado en la ciencia y la colaboración para reducir a la mitad sus emisiones para 2030, ayudar al mundo a limitar el calentamiento global a 1,5 °C y construir comunidades saludables, equitativas y resilientes. Dos ciudades españolas forman parte de esta red: Madrid y Barcelona.
En julio, la red C 40 anunció una batería de inversiones en 22 ciudades que cuentan con proyectos piloto sostenibles. Entre estas, se encuentra Vitoria. La capital vasca tiene previsto crear varias supermanzanas, según su Plan de Movilidad Sostenible y Espacio Público 2020-2030. El proyecto adoptará una perspectiva intersectorial, abordando la movilidad, la infraestructura verde, la activación económica y la mitigación del cambio climático. La implementación se llevará a cabo por fases e incluirá el diseño de las medidas de planificación urbana necesarias en colaboración con los agentes sociales de la ciudad.