El avance de la movilidad sostenible cada vez está más presente en la mente de las personas, así como en la forma en la que estas plantean sus desplazamientos diarios. La crisis del coronavirus, por su parte, es una de las responsables de este desarrollo, donde el sector de la bicicleta también está experimentando una […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 23 sep 2021
El avance de la movilidad sostenible cada vez está más presente en la mente de las personas, así como en la forma en la que estas plantean sus desplazamientos diarios. La crisis del coronavirus, por su parte, es una de las responsables de este desarrollo, donde el sector de la bicicleta también está experimentando una importante transformación. Ismael Labrador, cofundador de la Tuvalum, un marketplace de compra-venta de bicis de segunda mano, explica que, desde su compañía han notado que muchos individuos que antes utilizaba el transporte público para moverse dentro de la ciudad, ahora han optado por estos vehículos debido a la seguridad que les aportan para hacer frente a la emergencia sanitaria: “Obviamente, en mitad de una pandemia meterse en un vagón lleno de gente no parece la forma más segura de evitar contagios”.
En esta línea, también comenta que la COVID-19 ha cambiado la forma de entender las actividades al aire libre, de forma que ahora las personas valoran más el tiempo que pasan tanto de ocio como practicando deporte fuera de casa. Así, señala que esto es visible tanto en lo que respecta a la bicicleta deportiva, “donde cada vez más gente prefiere mantenerse en forma saliendo a hacer rutas antes que metiéndose en un gimnasio, como en el sector de la movilidad urbana”, donde los vehículos eléctricos cada vez están más presentes.
No obstante, destaca que uno de los problemas principales es que “esta toma de conciencia no ha venido acompañada de una acción política al mismo nivel que la que sí hemos visto en otros países”. Y, añade, que lo que hace falta es que haya una verdadera voluntad de recoger esta corriente y trasladarla a acciones concretas: más kilómetros de carriles bici, más aparcamientos, más medidas que inviten a subirse a la bici y aparcar el coche en trayectos intraurbanos de corta distancia.
Para entender este caso, pone de ejemplo a Londres y París, dos capitales europeas donde el contexto social ha acelerado cambios en la movilidad urbana que, de otra manera, hubieran tardado cinco o diez años en producirse. “En París hoy hay un 62% más de personas que se desplazan cada día en bicicleta que en 2019. La capital francesa ha construido cientos de carriles bici y lo ha hecho eliminando espacio que antes estaba reservado al coche”, apunta mientras afirma que construir vías dirigidas a los ciclistas es una de las formas más “rápidas, eficientes y baratas” de fomentar opciones sostenibles.
En este contexto, tal y como detalla Labrador, en el caso opuesto se encuentran algunas ciudades como Madrid o Barcelona, donde no se ha seguido esta tendencia: “Cuando se apuesta de verdad por cambiar el modelo de transporte urbano basado en el vehículo privado a un modelo donde la bicicleta adquiere un papel más relevante, la gente acaba usándola más”. Y, unido a esta idea, subraya que para muchas personas la experiencia de moverse entre automóviles en grandes urbes es “horrible”, pero con la infraestructura adecuada “veríamos menos coches y más bicis”.
Siguiendo esta línea y, a pesar de los datos arrojados, no todas las perspectivas son negativas, aclara al tiempo que comenta que, igualmente, hay otros enclaves españoles como Valencia, Vitoria, Sevilla o Zaragoza donde sí se han llevado a cabo importantes avances, aunque puntualiza que en estos lugares “ya se venían haciendo antes de la pandemia”.
Por su parte, los servicios de ciclo-logística, velocípedos con remolque que se utilizan para la entrega de paquetería y mensajería dentro del entorno de última milla, también se posicionan como una contribución del sector a la movilidad sostenible. “Evidentemente las bicicletas no van a sustituir a las furgonetas, pero para algunos servicios estamos viendo que tienen todo el sentido como, por ejemplo, en los de demanda a domicilio tipo Glovo”, matiza.
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