La expansión del coronavirus SARS-CoV-2 no solo ha afectado a la salud física de millones de personas, también ha impactado en su bienestar emocional. En el caso de la población empleada, este hecho ha influido hasta en un 78% de los trabajadores que afirman haber empeorado su salud mental durante la pandemia, según datos recogidos […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 04 jun 2021
La expansión del coronavirus SARS-CoV-2 no solo ha afectado a la salud física de millones de personas, también ha impactado en su bienestar emocional. En el caso de la población empleada, este hecho ha influido hasta en un 78% de los trabajadores que afirman haber empeorado su salud mental durante la pandemia, según datos recogidos por un estudio realizado por Oracle y Workplace Intelligence en once países. Preocupadas por esta situación, un gran número de compañías han decidido tomar cartas en el asunto implantando servicios de apoyo emocional para sus empleados, con el fin de asegurar el bienestar psicológico de la plantilla.
De esta manera, tal y como informa la consultora en seguridad y salud laboral Full Audit, durante la crisis sanitaria más del 85% de las empresas han instaurado ciertas medidas dirigidas a sus empleados con el objetivo de contribuir a la mejora del entorno, complementándolas también con otras de evaluación y gestión de los riesgos psicosociales. Además, en esta línea, la inversión media de las empresas españolas para evitar los contagios en el ámbito laboral ha sido de 101.834 euros. Esta cifra corresponde a cerca de 123 euros por empleado, entre los que se han incluido técnicas de prevención y protección, así como métodos de gestión empresarial.
Unido a esto, el nuevo contexto laboral, basado en entornos de trabajo híbridos y con un mayor uso de las nuevas tecnologías, ha traído mayor inmediatez y flexibilidad, tanto para las empresas como para los empleados. No obstante, estos modelos también han implantado la cultura ‘always on’, que hace referencia a una situación en la que los profesionales están siempre disponibles, en cualquier momento y lugar, impidiendo que puedan desconectar del trabajo de manera efectiva.
Los riesgos derivados de esta situación no son baladí. Desde la compañía de seguros Cigna explican que aquellas personas que están inmersas en esta situación tienen más dificultades a la hora de conciliar la vida laboral y personal, lo que puede derivar en un incremento de los niveles de estrés que impulsen, por su parte, problemas físicos, conductuales y emocionales. En este sentido, destacan que algunos trastornos como la fatiga, la cefalea, el insomnio, el nerviosismo, la falta de atención o la frustración pueden estar relacionados con este escenario y repercutir, por consiguiente, en la productividad y motivación de los miembros de la empresa.
Así, tal y como señala la última edición del Estudio COVID.19 Global Impact, elaborado por Cigna, un 73% de los empleados afirma vivir inmerso en una cultura laboral ‘always on’, un porcentaje diez puntos por encima de los resultados obtenidos en enero de 2020. En este sentido, cabe destacar que el hecho de que el teletrabajo siga siendo el día a día de muchas personas dificulta la desconexión una vez finalizada la jornada laboral. Y, por ello, un 42% indica mantenerse conectado los fines de semana, un 39% sentarse a trabajar incluso antes del inicio de su jornada laboral y un 19% es incapaz de dejar de pensar en el trabajo durante las vacaciones.