Las redes sociales, un motor para el crecimiento económico de la mujer

Este viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha celebrada en muchos países del planeta. Mujeres de todos los continentes se unen en un día en el que las fronteras nacionales se diluyen y las diferencias éticas, políticas o culturales quedan a un lado para luchar por un fin común, la igualdad.

En lo económico, los negocios dirigidos por mujeres impulsan el crecimiento económico mundial y desempeñan un importante papel en la generación de empleo. Esta es la principal conclusión del estudio elaborado conjuntamente por Facebook, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El estudio, que ha consultado a mujeres de 95 países diferentes, también arroja luz sobre otros datos sobre las mujeres empresarias en todo el mundo.

La tecnología, de la mano de las redes sociales, ha sido un importante motor para los negocios de las mujeres. Una herramienta que les ha abierto la puerta al mercado y así potenciar sus ventas. Un hecho que ha repercutido en la creación de empleo. Tanto es así, que a nivel mundial más de un 80% de las encuestadas han remarcado el importante rol que juegan las redes sociales.

A modo de ejemplo, el 75% de las empresarias destaca a Facebook como una de las redes sociales que les ha ayudado en el desarrollo de su negocio. Desde la red social indican que esta plataforma se ha convertido en “un lugar donde las mujeres se ayudan y se inspiran para lograr sus objetivos, por ejemplo a través de recaudaciones de fondos: de hecho el 60% de las recaudaciones de fondos en Facebook están creadas por mujeres”.

Además de las oportunidades económicas que ha brindado la tecnología, las mujeres emprendedoras encuentran su inspiración y su mejor ejemplo a la hora de poner en marcha su negocio en otras mujeres. De hecho, dos de cada tres mujeres tienen como referente a otras mujeres, mientras que a nivel mundial esta cifra asciende a un 70% de las mismas.

Sin embargo, las mujeres deben sortear diversos obstáculos, siendo uno de ellos la financiación. Aunque gran parte de las pymes (de propiedad masculina y femenina) dependan del ahorro personal como vía para erigir sus negocios, si se analizan por separado, las mujeres cuentan con una tasa más baja que en el caso de los hombres en cuanto a acceso a financiación.