En 1668, Friedrich Jacob Merck compró la Farmacia Engel, en la ciudad alemana de Darmstadt, dando inicio a uno de los linajes empresariales más antiguos del mundo. 350 años después, su familia controla una multinacional química y farmacéutica con presencia en 66 países y que cuenta con una facturación que el año pasado superó los […]
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| 12 jun 2018
En 1668, Friedrich Jacob Merck compró la Farmacia Engel, en la ciudad alemana de Darmstadt, dando inicio a uno de los linajes empresariales más antiguos del mundo. 350 años después, su familia controla una multinacional química y farmacéutica con presencia en 66 países y que cuenta con una facturación que el año pasado superó los 15.300 millones de euros.
Pocas compañías pueden presumir de un récord de longevidad como el del grupo alemán Merck, que es, de hecho, la empresa química y farmacéutica más antigua del mundo. Sin embargo, en un sector tan marcado por el desarrollo científico, su actividad muestra a una multinacional líder en las áreas de Healthcare, Life Science y Performance Materials, apoyada en una apuesta por la investigación y la innovación tanto en el campo de la salud como en el de los materiales de alta tecnología.
De hecho, Merck presume de una inversión creciente en I+D, a la que en el pasado ejercicio destinó 2.100 millones de euros, frente a unos ingresos por ventas de 15.300 millones. El grupo cuenta con centros de investigación en su ciudad natal, Darmstadt, además de en Boston, Tokio y Pekín, en los que dispone de más de 2.500 especialistas dedicados a la investigación en nuevos tratamientos contra el cáncer, la esclerosis múltiple, las alergias o la infertilidad, entre otros. Además, a través de sus distintas áreas, su actividad comprende varias líneas de investigación biotecnológica y química que diversifican su negocio fomentando a su vez el desarrollo científico y técnico.
TRES VERTIENTES DE NEGOCIO
En 1827, Heinrich Emanuel Merck abrió en Darmstadt una factoría dedicada a la producción de alcaloides, extractos vegetales y otros productos químicos, que se convertiría a lo largo del siglo XIX en una empresa floreciente con clientes en varios países. Sesenta años después, en 1887, ese éxito exterior provocaría la creación de su primera filial en EEUU, que tras la I Guerra Mundial acabaría convirtiéndose en una compañía independiente de su matriz. Ambas comparten el mismo nombre, aunque la Merck & Co. estadounidense opera bajo el nombre de MSD fuera de Norteamérica, mientras que la original es conocida como Merck en todo el mundo, salvo en EEUU y Canadá, donde su marca es EMD, en honor a su fundador y su lugar de origen, Emanuel Merck, Darmstadt.
Desde el punto de vista empresarial, Merck es una multinacional implantada en 66 países y que cuenta con más de 53.000 empleados. Sin embargo, a pesar de su presencia global, sigue siendo desde hace 13 generaciones una empresa eminentemente familiar, a pesar de su desembarco en la Bolsa de Frankfurt en 1995. Su desempeño en los parqués permitió a la compañía entrar a cotizar en el selectivo Dax en 2007 y acumular un volumen de accionistas que suma un 29,7% de sus títulos, frente a la participación de un 70,3% que ostenta la familia Merck.
Su área de Healthcare está especializada en la creación y comercialización de fármacos con receta que abarcan un amplio rango de dolencias y tratamientos. De hecho, el grupo es el mayor fabricante mundial de fármacos para transtornos tiroideos y lidera el mercado global de tratamientos de fertilidad, de vitaminas probióticas y vitamina B. También destaca su división Allergopharma, dedicada al diagnóstico y tratamiento de inmunoterapia con alérgenos. Mientras, ha cerrado un acuerdo con Procter & Gamble para verder su división de medicamentos sin receta por 3.400 millones de euros, en una operación que prevé cerrar a finales de año.
INNOVACIÓN Y DESARROLLO
Su segmento de Life Science, en cambio, se dedica al desarrollo de herramientas innovadoras, biotecnología y productos de laboratorio dedicados al sector de la investigación. Este área destaca por su amplio catálogo de productos, que excede los 300.000, por sus 65 centros de producción a nivel internacional y por contar con una clientela global que excede el millón de personas. Su actividad ha recibido varios premios a la innovación y, entre sus avances más destacados, se encuentra la plataforma de venta online SigmaAldrich.com, que ha conseguido 77 millones de visitas, más que duplicando a su competencia. Por último, su división Performance Materials se encarga del desarrollo de un abanico variado de productos químicos de alta tecnología, entre los que destacan cristales líquidos y materiales OLED para pantallas e iluminación, pigmentos de efecto para revestimientos y productos cosméticos, químicos para el sector de los semiconductores o materiales para paneles solares. Así, Merck presume de ser líder tecnológico y del mercado global de cristales líquidos para pantallas y de pigmentos como los empleados por las lunas de los vehículos.