Entre 10 y 20 minutos son los estimados para que una persona esté realmente atenta a un discurso, sea de la índole que sea. Si a ello se añade la presión de que, de lo que se está contando, dependa la aprobación de un proyecto, la firma de un contrato o el cierre de un […]
Marketing y comunicaciónDirigentes Digital
| 09 dic 2022
Entre 10 y 20 minutos son los estimados para que una persona esté realmente atenta a un discurso, sea de la índole que sea. Si a ello se añade la presión de que, de lo que se está contando, dependa la aprobación de un proyecto, la firma de un contrato o el cierre de un negocio, ¿no resultaría más beneficioso saber cómo llegar al receptor? Captar la plena atención y saber que el mensaje transmitido ha tenido el efecto que se pretendía, es motivo suficiente para que cualquier persona se interese por el storytelling.
Los profesionales del marketing saben como nadie que, del cómo se cuenta la historia depende casi la plenitud de su éxito. De ahí que muchos consideren el storytelling como un arte que se crea y se aprovecha para dibujar la atmósfera perfecta, para relatar el discurso que se quiere transmitir con todo el éxito esperado. No importa si la narración es oral o escrita, lo que importa es atraer al interlocutor de principio a fin.
Acercándose más a un sentimiento que a una convicción, quien hace uso de un storytelling sutil, natural y (aparentemente) poco agresivo, tiene todas las de ganar. En redes sociales, en un entorno profesional o para ensalzar una idea por encima de las demás, saber contar buenas historias es clave para alcanzar el éxito.
Desde pequeños nos dan información a modo de cuentos y leyendas que consiguen que se almacene la información de manera mucho más fácil. Desde que escuchamos “Había una vez” nuestro cerebro muestra interés por esa historia que, de una manera u otra, nos permite recordarla más fácilmente produciendo incluso la serotonina necesaria para saber que es algo que nos gusta.
Los grandes líderes de la historia hacían uso de una excelente técnica del storytelling que, combinado con una oratoria amoldada a su discurso, conseguían llegar a su público hasta el punto de que sus pausas y silencios les enardecían. Más allá del empleo de la demagogia propia de cada sector, son técnicas que funcionan si se sabe cómo emplearlas.
Resulta evidente que el carisma de cada persona es un punto muy a favor para conseguir los resultados deseados. No obstante, comenzar el discurso a modo de historia, mostrándose cercano a la par que contundente, es clave para atraer la atención del oyente desde el primer minuto.
El storytelling es la una de las técnicas más recurrentes usadas por los expertos en marketing por esta misma razón: no hay nada más efectivo que llegar al objetivo a través de los sentimientos. Pero no solo en publicidad. Cada vez está más extendido que dirigentes o líderes se formen en esta metodología para demostrar todo el potencial en su discurso o alegato y conseguir conectar con el interlocutor desde el primer momento.