Los retos de la Globalización 4.0 centran el debate de la 49ª edición del Foro de Davos, pero los focos echarán de menos a varios de los más importantes dirigentes mundiales. Ni Donald Trump, ni Emmanuel Macron, ni Andrés Manuel López Obrador estarán entre los 3.000 asistentes que debatirán en Suiza sobre cómo se está adaptando el mundo a una revolución tan grande que se iguala con la aparición de la máquina de vapor.

Los seis principales asuntos en torno a los que gira esta reunión del WEF (Foro Económico Mundial en sus siglas en inglés) son: la geopolítica en un mundo multiconceptual; el futuro de la economía; la política tecnológica y de los sistemas industriales; la resistencia al riesgo como promotor del pensamiento sistémico; el capital humano y la sociedad; y la reforma institucional global.

El fundador y director ejecutivo del WEF, Klaus Schwab, cree que “esta cuarta ola de globalización debe centrarse en las personas y ser inclusiva y sostenible”. En su opinión, el periodo que comienza será de una “profunda inestabilidad mundial suscitada por el quiebre tecnológico de la cuarta revolución industrial”.

DESTACADAS AUSENCIAS

En cuanto a la ausencia de Estados Unidos, no acudirá ni un solo miembro del gobierno estadounidense, en una decisión que el presidente norteamericano justifica por el bloqueo gubernamental. No obstante, aunque la influencia de la Casa Blanca desaparecerá de la reunión, sí que habrá representación estadounidense. De los 3.000 asistentes al evento, 800 viajan desde Estados Unidos.

Por su parte, el presidente francés enfrenta el momento más difícil de su mandato por la crisis de los chalecos amarillos. Mientras, el nuevo presidente de México rehúsa debatir con los líderes más influyentes del planeta. Se trata de una oportunidad que no dejará pasar Jair Bolsonaro, el recién nombrado presidente brasileño, que asistirá por primera vez al foro.

Entre los que sí acudirán, además del presidente brasileño, se encuentran Shinzo Abe, primer ministro de Japón; Angela Merkel, canciller federal de Alemania; Wang Qishan, vicepresidente de China; junto a Giuseppe Conte, primer ministro de Italia, y Pedro Sánchez, su homólogo español.