Este viernes termina el plazo de aceptación de la oferta pública de adquisición (OPA) del fondo canadiense Brookfield sobre Saeta. La compra está valorada en 995 millones de euros, a través del pago de 12,20 euros por cada título de la compañía de instalaciones de energía renovable, un precio que el consejo de esta compañía ha valorado como "positivo".

La OPA saldrá adelante ya que los tres accionistas de referencia de Saeta han confirmado su aceptación. De este modo, la constructora ACS y el fondo de inversión GIP, que cuentan cada una con una participación del 24,1% de las acciones, y también por la aseguradora Mutua Madrileña, que tiene un 1,754%, suman un 50,3% del capital social de Saeta.

Con esta operación, el fondo canadiense realizará la que considera su "primera inversión relevante" en Europa, que servirá como plataforma para desarrollar sus operaciones en el continente. Además, Brookfield continúa su expansión en América Latina, donde recientemente ha comprado la participación de Gas Natural en varias operaciones en Colombia.

La venta de Saeta a Brookfield reportará a ACS unos ingresos de 240 millones de euros, que podría emplear en su operación para hacerse con Abertis conjuntamente con la italiana Atlantia. La constructora que preside Florentino Pérez fundó Saeta hace cuatro años para segregar todos sus activos de renovables.

Saeta contaba al cierre del ejercicio pasado con una cartera de parques eólicos y termosolares que suman una potencia de 1.028 megavatios. En 2017 inició su proceso de internacionalización con la compra de activos en Uruguay y Portugal. Además, cuenta con un endeudamiento neto de 1.424 millones de euros, que equivalen a 5,5 veces su resultado bruto de explotación (Ebitda).