- Se habla cada vez más de la importancia del dato, de su gestión, de su almacenamiento, conceptos que, por novedosos pueden no quedar claros para una compañía, especialmente si no cuenta con especialistas en este ámbito. Según su experiencia, ¿cómo explicaría el valor del dato a un empresario?

Los datos han sido siempre fundamentales para el desarrollo y crecimiento de cualquier organización y no digo “negocio” o “empresa”. Démonos cuenta de que el ser humano ha recopilado datos desde los tiempos de Sumeria o Egipto, donde grababan sus datos en soportes físicos para permitirles mantener un registro de la información, así como operar sobre ella más adelante. Hoy hablamos más de la importancia del dato, pero creo que es debido a que tenemos a nuestro alcance tecnologías que nos permiten obtener mucho más valor que antes.

- ¿A qué se hace referencia cuando se cita “la soberanía de datos”?

A la certeza de que el acceso a los datos que pertenecen a una organización se rija por los criterios que determine esa organización y no por los criterios de quien los alberga, ya sean estos políticos o económicos. Un ejemplo claro, aunque no único, pueden ser las redes sociales. A nivel personal dejamos de tener la soberanía de nuestros datos ya que las empresas que albergan nuestros datos pueden usarlos y mercadear con ellos según los criterios que consideren.

- Una vez tenemos claro que los datos son vitales para el soporte económico de una empresa, ¿cómo se puede extraer todo su potencial y su valor?

Sobre todo facilitando su uso por parte de las aplicaciones de negocio. Un aspecto fundamental a la hora de conseguir que los datos nos aporten todo su valor es asegurarnos de que son lo más interoperables posible. Con esto quiero decir que la forma en la que guardamos y accedemos a los datos debe tener una estructura universal de manera que pueda decidir en cada momento qué aplicaciones son las más adecuadas para explotar el valor que tienen los datos. Un formato “propietario” de los datos nos va a hacer mucho más complicado -y en muchas ocasiones imposible-, el reutilizar información que puede ser muy valiosa para la empresa con nuevas aplicaciones o procesos de negocio.

- Otro aspecto preocupante es el almacenamiento y la protección de estos datos, ¿qué tipo de herramientas precisa una empresa para ello?

Insisto en la importancia de contar con tecnologías como el almacenamiento de objetos que permiten la interoperabilidad con las aplicaciones gracias al uso de protocolos universales como es el caso de S3, así como acceso mediante APIs estándar. El que la información esté estructurada junto con metadatos descriptivos permite una mayor riqueza del contexto de los datos almacenados. Además, cuando este tipo de sistemas de almacenamiento de objetos incluyen funcionalidades como “Object Locking”, nos aseguramos de que aquellos datos que queramos proteger, ya sea por requerimientos legales, regulatorios o de protección contra el ransomware, sean declarados como inmutables incluso con validez ante un juez.

- A la hora de recurrir a una compañía que ofrezca servicios de almacenamiento, ¿qué debemos tener en cuenta?

En primer lugar, que la tecnología que ofrezca permita la mayor interoperabilidad posible, que no suponga un corsé a los procesos de negocio, sino que al contrario, sea un facilitador a la hora de obtener ese valor que comentábamos al principio. Otras características imprescindibles son la capacidad de poder archivar los datos durante largos espacios de tiempo, mecanismos de seguridad que provean la incorruptibilidad de los datos, resiliencia ante desastres ya sean naturales o de carácter tecnológico. En resumen, características que faciliten a los procesos de negocio al hacer el mejor uso de los datos para poder extraer el mayor valor posible.