Lo dice el experto en la materia y autor del libro 'Temas clave en la empresa familiar', Jordi Tarragona: "Este tipo de compañías duran más". Sin embargo, no todos los proyectos familiares llegan a sobrevivir al pasar a manos de los sucesores. Núñez de Arenas representa uno de los casos de éxito en este sentido. La firma de moda masculina con más solera de España puede presumir de haber pasado a la segunda generación con un gran bagaje en los negocios a sus espaldas. Los hijos de José Luis Núñez de Arenas llevan más de una década al mando de este grupo que abrió sus puertas en 1975 y factura cerca de siete millones de euros anuales. DIRIGENTES charla con una de ellas, Virginia Núñez de Arenas, sobre esta pyme de más de 120 empleados que persigue expandir los bigotes por toda España.
Segunda generación de una empresa familiar. Que es más complicado, ¿conservar el legado o levantar una empresa desde cero?
Desde mi punto de vista es más difícil mantenerlo. El largo recorrido de una compañía es un arma de doble filo. Por una parte, te avala como profesional del sector pero, por otra, está el fantasma del pasado, de anclarse y no saber adaptarse a las nuevas tendencias del sector y del mercado. En nuestro caso, es algo que los tres hermanos teníamos claro y siempre hemos caminado en la misma dirección. A lo largo de los últimos cuatro años hemos invertido en personal cualificado en todos los departamentos, desde la gestión del stock hasta las redes sociales y tienda online.
Recientemente habéis lanzado un ambicioso plan de expansión que incluye varias aperturas hasta finales de 2020, ¿cómo va?
En el momento actual, contamos con 25 establecimientos físicos distribuidos por todo el territorio español y la página web. Abriremos otras dos más antes de terminar 2019 y, posiblemente, una tercera. Para el año que viene nuestra idea es alcanzar las 30 tiendas físicas.
¿Cómo ha sido el desembarco en Perú?
Nos han asesorado varios profesionales y hemos realizado todas las gestiones pertinentes con permisos. Abrir tiendas en el mercado latinoamericano es un gran paso para cualquier empresa española, una decisión muy meditada y caminamos paso a paso pero firmes en nuestra estrategia. Hay que tener en cuenta muchas variables, como la situación política y socioeconómica. Confiamos en incluir este proyecto como objetivo cumplido en el citado Plan de Expansión de 2020. Para ello, contaremos con la ayuda de socios extranjeros y la apertura de nuevas tiendas con franquicias internacionales.
Relacionada con la anterior, hasta la fecha, todos vuestros centros son de gestión propia, ¿habéis pensado franquiciar?
Francamente es una de las ideas que hemos tenido presentes a lo largo de este último año. Crecer con capital propio, como hasta ahora, es algo de lo que estamos orgullosos porque es fruto de muchos años de trabajo. No obstante, abrir franquicias supone un paso más allá que te ofrece la posibilidad de crecer a corto plazo. Queremos hacerlo bien y estamos trabajando algunos puntos que consideramos que han de perfeccionarse para poder hacer frente a la comunicación, la organización del trabajo y la gestión interna, para que se convierta en externa de cara al mercado extranjero.
Además de la citada expansión, ¿qué otras estrategias figuran en las líneas de la firma?
En este 2019 hemos creído 100% en la actualización de la tecnología con la que trabajamos, la gestión del stock, la logística, la comunicación externa y el marketing con el objetivo de digitalizarnos en el sentido más amplio de la palabra y posicionarnos como referente en el sector. Estamos trabajando toda la parte de implantación de nuevas tecnologías que ayudarán tanto a la parte logística como a los puntos de venta con nuevos terminales de tpv.
Hace doce años que la segunda generación comenzó a tomar las riendas de la compañía. ¿Qué le hubiera gustado cambiar?
Realmente las modificaciones que para mí resultan primordiales son aquellas relacionadas con la imagen de la empresa y la creación de marca. Éramos una empresa del sector textil pero nuestro reto pasa por convertirnos en una marca de moda reconocida que, obviamente, es muy diferente. Hemos cambiado muchas cosas y seguimos apostando por ello. ¡Queremos llenar España de bigotes!
¿Se ha planteado alguna vez dedicarse a otra cosa?
No. Para nosotros el legado que nos dejó nuestro padre es un tesoro y tenemos claro que, como tal, hay que cuidarlo y conservarlo para sacarle el mayor brillo y rentabilidad posible. Siempre y cuando eso no suponga poner en peligro la economía de la empresa y de nuestros trabajadores, nuestro capital más valioso.
¿Qué consejo le darías a alguien que acaba de asumir la gestión de un negocio familiar?
Que nunca olvide de donde viene y el esfuerzo anterior que sus antepasados realizaron. Que no se acomode y salga de la zona de confort, eso sí, siempre dejándose asesorar por profesionales. Todos los sectores son cambiantes, pero el de la moda lo hace de manera especial. Concretamente, cada seis meses con la nueva temporada. A ello hay que añadir el cambio tecnológico y de las comunicaciones. Aunque no se puede bajar la guardia nunca, esto abre un abanico de posibilidades que nuestros antecesores no tuvieron.