La lucha contra el SARS-CoV-2 se ha librado en los hospitales. Los profesionales sanitarios han tenido que trabajar para salvar vidas con mascarilla, guantes, bata y lavado de manos recurrente como única medida protectora. Cinco meses después del inicio de la contienda, y con rebrotes a la vista, todo parece indicar que, de momento, lo peor ya ha pasado. Sin embargo, la verdadera normalidad no llegará hasta que no haya una vacuna disponible.

Frente a esta situación, organizaciones como Quirónsalud han salido reforzadas. Según un informe elaborado por Merco Empresas para analizar la responsabilidad social del tejido patrio español durante la pandemia, este grupo hospitalario se ha colado entre las veinte compañías que mejor han respondido ante la COVID-19. En concreto, ocupa la posición decimonovena, como la única firma de su ámbito de actuación entre los primeros puestos.

En la selección de esta lista han participado un grupo formado por 275 expertos de diferentes áreas (catedráticos, analistas financieros, periodistas de información económica, ONGs y representantes sindicales, entre otros) y más de 2.000 ciudadanos. Para su elaboración se han tenido en cuenta aspectos como la excelencia social, el reconocimiento generalizado, la actitud, el compromiso de sus dirigentes ante esta situación, así como la puesta a disposición del interés general de sus recursos.

A este reconocimiento se suma también el obtenido por el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz -propiedad del grupo- que ha sido calificado como el segundo centro más eficiente de toda España, según recoge Ipsos Digital en la Encuesta de percepción social de liderazgo en la lucha contra la COVID-19. 

En este sentido, durante la emergencia sanitaria, el grupo ha atendido al 13% de todos los pacientes hospitalizados por COVID-19 en España, un porcentaje tres veces superior al que le correspondería por capacidad instalada. Esto ha sido posible gracias a su capacidad de adaptación y respuesta para hacer frente a la emergencia sanitaria, así como por el uso extensivo de la tecnología para atender a pacientes mediante el servicio de telemedicina en aquellos casos en los que fuera posible.

En su lucha, Quirónsalud ha apostado firmemente por la investigación del coronavirus. Intención que ha quedado materializada con la participación en quince ensayos clínicos que han sido autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad. Esta cifra supone el 30% de todos los proyectos puestos en marcha en España. Por último, ante los rebrotes, la compañía ha querido aprovisionarse de material de protección con los que garantizar una rápida respuesta, si fuera necesario. En concreto, ha adquirido 3,5 millones de equipos que incluyen mascarillas, batas, gafas y geles hidroalcohólicos. Nunca se sabe cuándo los necesitarán, pero estarán preparados para ello.