La consejera Sarah Harmon va a pasar a ocupar un nuevo rol como Global CEO de Sngular. Se trata de un rol que es nuevo tanto para ella como para Sngular. La compañía lleva años creciendo a un ritmo tan rápido que las estructuras que van definiendo en un momento determinado se van quedando pequeñas en apenas doce meses. Hace menos de un año que salieron a bolsa siendo apenas 900 personas y hoy, nueve meses después, son ya más de 1.400.

En el camino que les ha traído hasta aquí han tenido que ir reforzando los cimientos de su casa, Sngular. Han ido añadiendo habitaciones o ampliando la cocina al ritmo al que iban llegando nuevos miembros a la familia empresarial. Más allá del crecimiento en nuevos Teams, nuevas oficinas, ciudades, países... desde el punto de vista estructural, hace unos pocos años no tenían dirección financiera, ni legal, ni CIO, ni M&A... No tenían advisors, ni consejeros, ni relación con inversores... Hace 3 años no tenían Manfred, ni TeamLabs, ni Media... No hace 2 años desde que se incorporaron los compañeros de Aspgems o de Exevi y no hace ni uno desde que lo hicieron los compañeros de Corunet, Acilia, Atlera... 

Esta evolución les ha llevado, entre otras cosas, a construir ese ecosistema amplio y diverso que les enorgullece. Ecosistema en el que conviven modelos de negocio, perfiles de talento y tecnologías que se organizan en torno a equipos y que están capitaneados por un CEO distinto en cada uno de esos modelos, David Bonilla en la agencia de talento, Félix Lozano en TeamLabs y por su puesto César Camargo en los servicios de tecnología.

José Luis, por su parte, cada vez más ha tenido que ocupar un papel de conector de ese ecosistema de Sngular con el entorno. Necesitan que una compañía cotizada, internacional y diversa tenga puentes con otras muchas empresas, no solo en España, que puedan seguir nutriendo su proyecto y que en unos casos pueden acabar integrándose y en otros puedan suponer alianzas que aporten mutuamente valor.

Ahora necesitan un nuevo rol, necesitan que haya una persona que lidere el conjunto del ecosistema. Un ecosistema cuya razón de ser, como ya saben, es el talento. Quieren ser el mejor lugar para crecer profesionalmente y hacerlo a través de un círculo virtuoso de aprendizaje permanente a través de los mejores proyectos en cualquier lugar del mundo. Quieren que Sngular no sea solo un lugar donde conviven diversos modelos de negocio, sino que sea el lugar donde esos modelos se integran y se fusionan para cerrar el círculo en torno al desarrollo de las personas con talento tecnológico.

Para esa función confían en Sarah Harmon. No solo por su experiencia y capacidad demostrada, sino también porque como en el caso de los cientos de personas que cada año se suman Sngular, es una gran profesional que es además una gran persona.

Sarah es una persona sobre todo curiosa, asegura de hecho que ese es su superpoder, y con una enorme pasión por aprender de forma permanente.  Esas dos características son probablemente las más repetidas entre las personas que integran Sngular y la base de que la compañía ponga tanto foco en el crecimiento profesional, diversificando proyectos, tecnologías, habilidades, sectores. 

En lo personal, Sarah está casada desde hace 27 años y tiene dos hijos que completan una familia de adictos a la tecnología. Probablemente, esa pasión compartida sea la que le ha hecho desarrollar casi toda su carrera precisamente en compañías que tenían en la innovación y la tecnología su principal palanca. Como ella misma comenta: “Llevo 25 años trabajando en la industria tecnológica. Desde start-ups hasta multinacionales, y en todos los casos la innovación y el crecimiento han sido los dos aspectos más relevantes”. 

Es ese aprendizaje sobre cómo hacer coherentes la experiencia de los clientes y la experiencia del equipo el que Sarah va a aportar a Sngular. Una experiencia que debe ser consistente a lo largo de toda la compañía y adaptarse a un entorno de alto crecimiento y diversificación. Esas experiencias van a ser la base para que Sngular siga siendo el mejor lugar para crecer cada vez para más personas.

Para conseguir que Sngular siga siendo ese mejor lugar para crecer en todos los aspectos, van a trabajar en que se les entienda globalmente como el espacio clave para conectar con el talento. Ese círculo virtuoso que siempre mencionan, de mejores proyectos atraen a las mejores personas y las mejores personas habilitan los mejores proyectos, requiere para escalar una mejor definición de un people journey y un customer journey que necesariamente estén interconectados y sean coherentes en todo momento. 

Van a ayudar a los clientes resolviendo sus retos de negocio, sus retos tecnológicos y sus retos de talento. En este último aspecto saben que esos retos de talento requieren de la combinación de la capacidad de transformar a sus clientes en espacios atractivos para el talento con la de tener equipos que aprenden de forma permanente y con el apoyo de las mejores personas para cada proyecto.

Aunque por su crecimiento hay cada año una parte muy significativa del equipo que lleva menos de un año en Sngular, quienes ya llevan algún tiempo más saben que son una compañía en permanente transformación. Tienen cada año la necesidad de seguir ampliando estructuras, incorporando roles, redefiniendo procesos, etc. Esa necesidad proviene del ritmo de crecimiento y del compromiso con no dejar de ser como son por más grandes que se hagan. Afrontan ahora un paso más en ese sentido, quieren seguir demostrando que por muy grandes que sean pueden tener una cultura abierta, horizontal, comprometida, curiosa, ágil,... Una cultura técnica.

Así que dan la bienvenida a Sarah, al nuevo rol y a los nuevos retos y solicitan que como siempre sigan haciendo una compañía que merezca la pena.