El bienestar y la salud mental de los empleados es un problema que cada vez preocupa más a los dirigentes de las empresas. En este sentido, la consultora Deloitte ha publicado su segunda encuesta de Bienestar en el Trabajo, en la que han participado más de tres mil empleados y ejecutivos provenientes de cuatro países: […]
SaludDirigentes Digital
| 29 ago 2023
El bienestar y la salud mental de los empleados es un problema que cada vez preocupa más a los dirigentes de las empresas. En este sentido, la consultora Deloitte ha publicado su segunda encuesta de Bienestar en el Trabajo, en la que han participado más de tres mil empleados y ejecutivos provenientes de cuatro países: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia.
Una de las principales conclusiones es el empeoramiento del bienestar de los empleados. La mitad manifiesta que empeoró en los últimos doce meses frente a tan solo un tercio que declaró una mejora en este ámbito. El estudio pregunta por cuatro tipos de bienestar: físico, mental, social y financiero. Mientras que casi dos de cada tres encuestados califica el primer tipo de bienestar como excelente o bueno, en el resto de tipos este porcentaje va disminuyendo. En el caso del wellbeing mental, solo el 58% lo considera positivo. En cambio, en los dos últimos tipos, menos de la mitad de los participantes los califican de excelentes o buenos: un 45% en el caso del bienestar social y un 35% del financiero.
Destaca la diferente percepción de los dirigentes que han sido preguntados por el bienestar de sus empleados, ya que son más optimistas: más de tres de cada cuatro ejecutivos creen que el bienestar de su fuerza laboral mejoró. Esta desconexión, que ya se reflejaba en la encuesta de 2022, ilustra que los líderes empresariales no tienen una idea clara de cómo les está yendo realmente a sus equipos.
El mal estado del bienestar físico y mental de los empleados debería ser especialmente preocupante para los líderes si se atiende a los resultados del estudio. Muchos trabajadores dicen que con frecuencia sienten emociones negativas y fatiga. Por ejemplo, el 52% siente agotamiento constante y el 49% sufre de estrés. Otras emociones o sensaciones repetidas fueron sentirse abrumados (43%), la irritabilidad (34%), la soledad (33%), la depresión (32%) y el enfado (27%).
Asimismo, estos problemas no se limitan a los trabajadores. Los gerentes y ejecutivos también están pasando apuros, y reportan porcentajes similares -a veces, incluso por encima- al ser preguntados por estos sentimientos.
El 84% de los encuestados dice que mejorar su bienestar es una prioridad absoluta este año, y el 74% dice que es más importante que avanzar en su carrera. Pese a la clara prioridad de este ámbito, cuatro de cada cinco afirma encontrar obstáculos para lograrlo, y la mayoría de los mismos están relacionados con el entorno laboral. De hecho, una carga de trabajo pesada, un trabajo estresante y largas horas de trabajo encabezan la lista de obstáculos que, según las personas, se interponen en el camino para mejorar su bienestar, y casi el 74% afirma que les cuesta tomarse un tiempo libre o desconectarse del trabajo.
Teniendo en cuenta estos hallazgos, no sorprende que, al igual que en la edición anterior del estudio, solo uno de cada tres empleados sienta que su trabajo tiene un impacto positivo en su bienestar físico, mental y social.
Aún más alarmante es que un porcentaje significativo de empleados dice que su trabajo afecta negativamente su bienestar físico (33%), mental (40%) y social (21%). Otros hallazgos clave incluyen un aumento notable en el porcentaje de encuestados que informan que están considerando aceptar un trabajo en otra empresa que respaldaría mejor su bienestar. El 60% de los empleados y el 75% de los dirigentes encuestados dicen que están considerando seriamente renunciar, frente al 57% y el 69% del año pasado, respectivamente.