La Unión Europea se encuentra ante una situación que requiere acciones contundentes. En este contexto, la propia unión está en peligro si no reacciona como se espera, como prueba el aumento del antieuropeísmo en Italia. No obstante, en un encuentro virtual organizado por Nueva Economía Fórum, Josep Borrell, vicepresidente de la Comisión Europea y Alto […]
NacionalDirigentes Digital
| 20 abr 2020
La Unión Europea se encuentra ante una situación que requiere acciones contundentes. En este contexto, la propia unión está en peligro si no reacciona como se espera, como prueba el aumento del antieuropeísmo en Italia. No obstante, en un encuentro virtual organizado por Nueva Economía Fórum, Josep Borrell, vicepresidente de la Comisión Europea y Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, afirma que “la reacción individualista ha sido superada”.
En esa línea, la posición de la Unión Europea ha cambiado conforme a la que tomó en la crisis de 2008. “A la vista de la que se nos venía encima”, la Comisión Europea se apresuró a “suspender la aplicación de las normas del Pacto de Estabilidad”, dice Borrell. No obstante, reconoce que “si no lo hubiéramos hecho, se hubiera hecho solo porque los países lo habrían hecho por su cuenta.
En este sentido, cree que el papel del organismo ejecutivo europeo consiste en “dar recursos a los Gobiernos”, como sucede en el programa de apoyo a la financiación del desempleo, dotado con 100 mil millones de euros. En todo caso, estos fondos se buscarán en el mercado financiero, aunque no bastarán para enfrentar esta crisis, por lo que se requiere “pensar instrumentos innovadores”.
En particular, el vicepresidente ha hablado acerca de que, hasta ahora, la Unión Europea ha ayudado a los países a endeudarse “en mejores condiciones”. En esta situación, “esto ya no basta”, por lo que la emisión de deuda deberá dedicarse a proyectos concretos y a transferirlos directamente a los socios comunitarios. De ese modo, las prioridades de los países y de la propia UE deben ser “mantener rentas y proporcionar liquidez empresarial. A las empresas para que no quiebren y a las personas que no tienen ingresos”.
Como ha explicado Borrell, la Unión Europea se ha visto obligada a desdecirse de muchas de sus normas, también en lo que corresponde a la participación pública en las empresas y, entre otras cosas, para que “Alemania entre en el capital de muchas empresas”. Defiende que “es una necesidad que se va a hacer en todas partes”.
En un primer momento, esta posibilidad concierne a la transferencia de fondos a las empresas pero, “si eso no basta, el estado tendrá que aportar capital”. En estas circunstancias, Borrell ha señalado que “el estado está para eso” y, con respecto a las acusaciones de que podrían ser políticas comunistas, ha respondido con sorna: “No creo que Merkel y Johnson tengan nada de chavistas”.