La creación de empresas en 2021 está claramente distorsionada por los efectos de la pandemia, ya que la comparación con el año anterior se vio claramente alterada por la ausencia de actividad. A pesar de ello, en el pasado ejercicio se crearon algo más de 101.100 compañías mercantiles en nuestro país, una cifra que no […]
NacionalDirigentes Digital
| 19 may 2022
La creación de empresas en 2021 está claramente distorsionada por los efectos de la pandemia, ya que la comparación con el año anterior se vio claramente alterada por la ausencia de actividad. A pesar de ello, en el pasado ejercicio se crearon algo más de 101.100 compañías mercantiles en nuestro país, una cifra que no registrábamos desde antes de la crisis financiera en 2008.
Pero, de igual modo, el número de mortalidad empresarial alcanzó cotas que no se registraban desde 2013: hablamos de casi 23.800 empresas disueltas, más de un 79% de forma voluntaria. Cifras, que, actualizadas a marzo de este año, con los últimos datos disponibles, nos dicen que el nivel de creación se acelera, hasta 11.071, con un avance mensual del 20% frente a las disueltas, 2.557, que alcanzan un incremento del mismo calibre, pero anual.
Esta es la existencia real de nacimiento y muerte en los últimos tiempos en España, pero ¿cuánto viven de verdad las empresas en España?
La empresa es un ente vivo: nace, crece, se desarrolla y muere. Aunque no en todos los casos, porque tenemos supervivencias excepcionales en nuestro país de algunas compañías centenarias. Banco Santander, Sabadell, Catalana Occidente, Codorníu, Loewe y Osborne son algunas de ellas, por citar algunas. Pero eso no es lo habitual.
De hecho, según un informe de CEIM y del Instituto de Estudios Económicos, la esperanza de vida al nacer de las empresas con asalariados alcanza los 7,4 años, aunque esa cifra se eleva hasta casi duplicarse, los 13,9 años, cuando superan los diez años.
Una esperanza de vida, según señala el documento, que se consolida en función de la recuperación económica, que a su vez se ve mermada cuando esta mejora del PIB, como es el caso actual, se ralentiza. Y es especialmente significativa en el caso de Madrid, donde la vida de una empresa media es de casi 8 años y se eleva, en caso de que sobreviva por encima de los 10 años, a los 14,7 ejercicios.
Y esa dinámica depende de varios factores. Entre ellos del nivel de capital instalado, con el que presenta una relación directa. A mayor inversión, al inicio o lo largo de diferentes etapas de la empresa, más probabilidad tiene la compañía de permanecer en el mercado.
Por esta dinámica del capital, a nivel sectorial las empresas que presentan una mayor esperanza de vida son las industriales. En media nacional alcanzan los 10,7 años y los 16,2 si superan los diez ejercicios de actividad.
Si miramos a la construcción, la esperanza de vida al nacer de las empresas del sector en 2021 es de 5,8 años de media en nuestro país y rozan la década de existencia, en concreto con 9,8 años, cuando sobreviven más de diez ejercicios.
Aunque el informe señala que, en los últimos años ha crecido su supervivencia empresarial, apoyada por un cierto dinamismo de la actividad productiva y del empleo, que consolida a las empresas ya existentes.
En el caso de las empresas de servicios, la gran mayoría en España, en especial de comercio y hostelería, su durabilidad en el mercado es intermedia frente a los dos sectores aludidos: con esperanza de vida de 7,4 años y de 14 ejercicios si supera los 10 años.
Consideran que el coste de entrada para este tipo de actividades es menor de inicio, lo que sin duda es un incentivo para que se produzcan mayor número de iniciativas empresariales en los primeros años de vida. Pero en modo contrario, también desaparecen en un número más levado este tipo de compañías en los primeros estadios de actividad.