Lo que empezó siendo un problema de alarma social ha acabado calando todas las ramas de actividad del ser humano. El coronavirus o Covid-19 no solo plantea una preocupación, sino que la economía se resentirá por el efecto dominó que producen la prudencia y el miedo. En concreto, la OCDE anunció a principios de semana […]
NacionalDirigentes Digital
| 05 mar 2020
Lo que empezó siendo un problema de alarma social ha acabado calando todas las ramas de actividad del ser humano. El coronavirus o Covid-19 no solo plantea una preocupación, sino que la economía se resentirá por el efecto dominó que producen la prudencia y el miedo. En concreto, la OCDE anunció a principios de semana que la economía mundial crecerá menos de lo que esperaba en noviembre, cuando ninguno de los titulares de los medios hablaba de la pandemia.
De ese modo, aunque una gran parte de instituciones han rechazado hacer proyecciones por lo imprevisible que es la influencia del coronavirus en la actividad económica, la OCDE afirma con rotundidad que la producción mundial sufrirá. En concreto, la última actualización estima que el PIB mundial crecerá medio punto menos en 2020, un 2,4% frente al 2,9% que se preveía en noviembre. En ese sentido, gran parte de la caída dependerá de lo que ocurra en China, ya que si la pandemia se contiene la economía mundial caería la mitad de lo que calcula la OCDE, según Crédito y Caución.
Hay que precisar que, aunque la OCDE no solo tiene en cuenta el coronavirus, esta circunstancia ha sido la que más ha tenido que ver con las revisiones a la baja de la organización. No obstante, la repercusión varía en función de los países. Así, en las veinte mayores economías mundiales, la reducción de la producción cae un 0,5%, es decir, hasta el 2,7% frente al 3,2% previsto anteriormente.
En esa línea, hay que diferenciar entre países como Estados Unidos, que mantendrá un crecimiento del 1,9% (se reduce una décima) o la zona euro, a cuya economía el coronavirus restará tres décimas, hasta dejar la expansión en el 0,8%. La OCDE avanza descensos en distintas economías como la de Japón (0,2% frente al 0,6% de noviembre), Corea (2% frente a 2,3%) o México (0,7% frente a 1,3%), pero las que más sufrirán esta crisis son las de los dos países más poblados del mundo: China e India.
Los pronósticos para China auguran los peores datos en 30 años, cuando su economía se expandió ‘solo’ un 3,9% en 1990. En 2020, la organización espera un crecimiento del 4,9%, lo que supone una caída de ocho décimas con respecto a las anteriores previsiones. En principio, Crédito y Caución no cree que la caída sea tan grave, y se estima que la economía china crecerá un 5,4%, aunque en caso de que la pandemia se extienda en el tiempo el crecimiento puede resentirse hasta llegar al 4,5%.
La India, por su parte, aunque tiene menor influencia en la economía mundial, sufrirá la mayor ralentización, según la OCDE. El subcontinente asiático crecerá en 2020 a un ritmo del 5,1%, frente al 6,2% esperado en noviembre, lo que hará que el liderazgo indio en el crecimiento a nivel mundial tenga que esperar, al menos, hasta 2022, porque la OCDE estima que su PIB se expandirá menos de lo previsto en 2021, un 5,6%, frente al 6,4% proyectado en noviembre.