Se ha convertido en un clamor durante las últimas semanas: la patronal y los expertos económicos piden que se trasladen ayudas directas a las empresas. El principal argumento defiende que aumentar el endeudamiento puede ser la gota que termine de ahogar a muchas empresas españolas. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, lanzó la idea […]
NacionalDirigentes Digital
| 05 feb 2021
Se ha convertido en un clamor durante las últimas semanas: la patronal y los expertos económicos piden que se trasladen ayudas directas a las empresas. El principal argumento defiende que aumentar el endeudamiento puede ser la gota que termine de ahogar a muchas empresas españolas.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, lanzó la idea en reiteradas ocasiones, ya en enero. “Las empresas tienen que sobrevivir”, dijo el representante empresarial. La situación es aún más grave si se tiene en cuenta que una de las dos principales medidas que se pusieron en marcha ya no funciona.
Mientras que los ERTE siguen en funcionamiento y han servido para compensar el descenso de la actividad, persiste el problema de la liquidez, que se había aliviado gracias a los créditos ICO. Los ingresos bajan y los gastos se mantienen, de ahí que la financiación avalada por el ICO haya resultado tan exitosa. En total, se han financiado cerca de 115.000 millones de euros en casi un millón de operaciones.
El turismo ha sido el sector que más ha utilizado este salvavidas, con más de 17.000 millones solicitados. No obstante, el empuje inicial de esta medida ha repercutido en la deuda de las empresas, que ven cómo se compromete el futuro a costa de salvar el presente.
Sectores como el turismo y la hostelería han sido los más activos al pedir ayudas directas, pero los economistas apuestan por llegar también a aquellas empresas viables que estén teniendo problemas de liquidez. En medio de todo, los bancos son conscientes de que aún no se han producido los efectos más severos de la crisis y que, si la situación se prolonga, se enfrentarán a un aumento de la morosidad que conducirá a un endurecimiento del crédito.
Para ello han afrontado provisiones milmillonarias, pero se suman a quienes reclaman transferencias directas a las empresas. Ana Botín, presidenta de Banco Santander, explicó la semana pasada que puede ser una manera de salvar a las empresas y que, de hecho, le consta que es la discusión se encuentra abierta en el seno del Gobierno.
Así lo confirman fuentes del Ministerio de Economía a DIRIGENTES. Dicha posibilidad se encuentra en estudio, a propuesta de la propia vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien expresó recientemente que se deben adoptar “medidas en las próximas semanas para evitar que los problemas de liquidez se conviertan en problemas de solvencia para las empresas viables”.
Por eso, es de esperar que el Consejo de Ministros dé el visto bueno a un nuevo paquete de medidas que supere la ayuda prestada por el ICO, en vistas de que la financiación de este organismo público no ha sido suficiente. Por el momento, no ha trascendido la cuantía ni la naturaleza de las ayudas, pero Calviño señala la necesidad de una “respuesta pública”, en especial para familias, empresas y trabajadores.
Por otro lado, la vicepresidenta económica no solo apunta a los sectores más afectados, sino que menciona que el apoyo debe darse también a “aquellas empresas y trabajadores más afectados”. De ese modo, los estímulos pueden extenderse a todo tipo de empresas, más allá de unos sectores concretos.