Toda idea disruptiva ha necesitado un capital inicial para ser puesta en marcha. Lo difícil en el caso de estos negocios es que suelen ser pioneros, de forma que no hay un referente previo en el que fijarse para saber si puede tener éxito o no. Todo avanza conforme la propia idea se va desarrollando. […]
NacionalDirigentes Digital
| 10 jun 2021
Toda idea disruptiva ha necesitado un capital inicial para ser puesta en marcha. Lo difícil en el caso de estos negocios es que suelen ser pioneros, de forma que no hay un referente previo en el que fijarse para saber si puede tener éxito o no. Todo avanza conforme la propia idea se va desarrollando.
El análisis y la experiencia son dos cualidades vitales en toda inversión, más aún si la apuesta se hace sobre conceptos innovadores que aún no han sido probados. “Cuando emprendes, los mayores retos son siempre los que no ves”, comenta Andrés Dancausa, general partner de TheVentureCity.
Este experto en inversión y emprendimiento afirma a DIRIGENTES que su compañía buscar innovar en todo momento, por ello TheVentureCity pone todas sus capacidades al servicio de los emprendedores para construir compañías de alto crecimiento. No en vano su actividad se puede resumir como inversión en startups.
Los fondos de capital riesgo resultan “fundamentales para fomentar el emprendimiento”, defiende Dancausa. La primera razón es que estos fondos ayudan a “entender la inversión en innovación y tecnología que una cuenta de resultados no recoge en sus etapas más incipientes”. En ese sentido, son este tipo de iniciativas las que asumen el riesgo de invertir en una idea para hacerla crecer y desarrollarse.
Por otro lado, son compañías expertas en el funcionamiento de este tipo de negocios, por lo que pueden resultar una ayuda a los emprendedores que carecen de experiencia. “Vemos muchos negocios cada día, aprendemos de ellos y eso nos permite aportar valor en determinados casos”, defiende Dancausa.
Los últimos años han hecho prosperar el emprendimiento y el entorno general de las startups, si bien para este experto “en España sigue teniendo mucho que avanzar y uno de los retos sigue siendo la falta de inversión”. En esa línea, los precios de salida de las compañías son altos y generan “múltiplos extraordinariamente altos”, más allá de si el mercado “está distorsionado”. La clave está en “el valor de la innovación que la startup crea”.
Para que la suerte juegue el papel menos relevante posible, se requiere poner el foco en diversos aspectos. Para Dancausa, el principal es el equipo, que es la “condición de éxito necesaria pero no suficiente”. A partir de ahí entran en valor el producto en sí, el mercado, la capacidad de crecimiento y las barreras competitivas.
Así es como TheVentureCity apostó por Returnly, que acabó alcanzando un valor de 300 millones de dólares cuando sus fundadores efectuaron su venta. “Lo que hay detrás de una venta así, es una cantidad ingente de esfuerzo, pasión y talento del equipo fundador”, halaga Dancausa.
“Cuando invertimos nos cercioramos de que la compañía tenga el mayor número de posibilidades de ser un éxito, por supuesto no siempre acertamos pero en cualquier caso, para llegar a una venta así, necesitas un equipo fundador excepcional dispuesto a trabajar tanto que al final lo último que se te pasa por la cabeza es que haya sido fruto de la suerte”, prosigue.
El momento actual destaca por la incertidumbre alrededor del empleo así como por las tecnologías emergentes. Por eso, la tecnología representa una oportunidad para los inversores, donde se encuentran los grandes retornos. En estos tiempos, las tecnológicas se benefician de un mayor acceso al talento y costes más bajos.
Si a eso se le suma que las grandes compañías “se ocupan más de lo urgente y menos de lo importante”, se genera un caldo de cultivo idóneo para que los emprendedores puedan liderar la innovación. Además, la inflación invita a “buscar retornos que pese a un mayor riesgo persigan una mayor rentabilidad”. Por otro lado, Dancausa es claro con respecto al contexto: “El ecosistema hoy tiene la mejor cantera de emprendedores que hemos tenido nunca”. “Estamos en la tormenta perfecta para ver cómo hoy nacen startups que lideran industrias en pocos años”, concluye.