Donald Trump se reunió el viernes con el principal negociador comercial de China después de que los asesores de ambos países discutieran las perspectivas de un acuerdo temporal diseñado para congelar la guerra comercial en curso entre las dos economías más grandes del mundo.
La Casa Blanca decidió retrasar la próxima ronda de aranceles a China programada para el 15 de octubre y que subiría los aranceles sobre productos chinos del 25% al 30% por valor de 250.000 millones de dólares. Así lo comunicó el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
La reanudación de las conversaciones, que están en "fase uno", se limitan a la agricultura, la moneda y abordan la cuestión de proteger los derechos de propiedad intelectual. El acuerdo aún necesita ser firmado y se espera que esto les tome unas 4 ó 5 semanas.
Trump reconoció que persisten las diferencias en los principales problemas en los que los dos países están divididos, pero ha descrito las nuevas negociaciones como "una fiesta de amor". "¡A todos les gustaría ver que ocurriera algo significativo!", escribió en Twitter el presidente estadounidense.
La "fase dos" sería un acuerdo más amplio que involucraría cuestiones más difíciles, entre las que se encontrarían las transferencias tecnológicas forzadas que China impone a las empresas estadounidenses.
El presidente Donald Trump se jactó el domingo, sin proporcionar evidencia, de que China "ya había comenzado" a realizar grandes compras de productos agrícolas estadounidenses como parte del acuerdo con Beijing.
"Mi acuerdo con China es que inmediatamente comenzarán a comprar cantidades muy grandes de nuestros productos agrícolas, sin esperar hasta que se firme dicho acuerdo en las próximas semanas", tuiteó Trump el domingo. Antes había dicho que esas compras llegarían a un total de 40.000 a 50.000 millones de dólares.
El líder de la delegación china en Washington al frente de las negociaciones, el viceprimer ministro Liu He, el segundo al mando en China, tiene una visión más sobria sobre la reanudación de las negociaciones. "Hemos logrado un progreso sustancial en muchos campos. Estamos contentos con eso. Continuaremos haciendo esfuerzos", decía Liu a los medios.
La demora para alcanzar un acuerdo final y sustancial entre ambos países es "culpa" de Donald Trump, según uno de los miembros del consejo de estado de China, Huiyao Wang: "Trump es el culpable de los retrasos en la obtención del acuerdo comercial final debido a sus preocupaciones previas a las elecciones de 2020", explicaba Wang al USA TODAY. Y añadía que "China ha estado complaciente" en todo momento.
Wang, que fue nombrado miembro del Consejo de Estado de China en 2015 por el viceprimer ministro de China, Liu He, está al tanto de cómo van las conversaciones.
Huiyao Wang comentaba que Trump está nervioso porque se acerca la Navidad y los consumidores estadounidenses no aceptarán precios más altos en muchos productos.
Wang dijo al periódico estadounidense que el estilo de negociación de Trump podría funcionar en el mundo de los negocios, "persona a persona" o "empresa a empresa", pero es menos efectivo para las relaciones "de estado a estado".
Las próximas semanas serán claves para ver si prosperan las conversaciones y se acercan posturas, llegando a firmarse un acuerdo entre ambas partes antes de final de año.