El auge de las ventas online, con Amazon a la cabeza, está haciendo grandes estragos en las tiendas físicas de numerosas marcas estadounidenses. En lo que va de año y, según un estudio de Coresight Research, los minoristas han anunciado 4.309 cierres de tiendas. Y parece ser solo el inicio de lo que espera al […]
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| 06 mar 2019
El auge de las ventas online, con Amazon a la cabeza, está haciendo grandes estragos en las tiendas físicas de numerosas marcas estadounidenses. En lo que va de año y, según un estudio de Coresight Research, los minoristas han anunciado 4.309 cierres de tiendas. Y parece ser solo el inicio de lo que espera al sector en 2019.
Algunos lo llaman ya el “Apocalipsis” de los minoristas que está arrasando la industria, con numerosas liquidaciones, bancarrotas y centros comerciales vacíos.
Un informe de Coresight Research muestra que los cierres de tiendas aumentaron un 23% este año en comparación con el mismo período del año anterior y que existe un gran potencial para aún más quiebras y cierres de establecimientos en 2019. El año pasado más de 12.000 tiendas físicas han echado el cierre en Estados Unidos, debido a factores tales como la expansión excesiva de los centros comerciales, el aumento de los alquileres, las bajas ganancias trimestrales fuera del periodo vacacional, y los cambios en los hábitos de gasto. Estos nuevos hábitos entre los consumidores norteamericanos incluyen el aumento del comercio electrónico, un sector cuyo pastel se reparten en el país casi al completo entre Amazon y Walmart.
Las compras en línea han provocado una caída en el tráfico peatonal en los centros comerciales de Estados Unidos, fuente vital de clientes para muchas tiendas. Las compras electrónicas han asaltado el mercado Estados Unidos mostrando un crecimiento anual constante del 20% durante la última década. El comercio electrónico captó el 14% de las ventas minoristas totales el año pasado (tan solo en prendas de vestir y calzado se alcanzó el 22% de las ventas online de 2018) y solo en el último trimestre llegaron al 9,8% de todas las ventas minoristas. Se prevé que las compas online absorban el 22% de todas las ventas para 2023.
A todo esto, las ventas totales minoristas cayeron un 1,2% mes a mes en diciembre, la mayor caída desde septiembre de 2009, según datos de la Oficina del Censo estadounidense. El descenso fue en general inesperado, ya que las estimaciones de consenso habían previsto un aumento del 0,1%, según Bloomberg. Excluyendo vehículos y gas, que pueden ser volátiles, las ventas minoristas se desplomaron 1,8% el último mes de 2018.
Los puestos de trabajo en este sector crecieron de manera constante a partir de la Gran Recesión, alcanzando un récord histórico de 15,9 millones de trabajadores en enero de 2017 (casi 3,6 millones más que toda la fuerza laboral manufacturera estadounidense). Pero después de eso, el crecimiento se hundió, y luego se allanó. Hoy en día, el comercio minorista emplea aproximadamente a la misma cantidad de personas que hace dos años, mientras que el resto de la economía ha continuado agregando alrededor de 200.000 empleos por mes.
Según información de Challenger, Gray y Christmas, la empresa ejecutiva de colocación más antigua de los Estados Unidos, el año pasado las compañías anunciaron 98.563 recortes de empleos al por menor, el dato más alto desde 2009.
El vicepresidente de Challenger, Gray y Christmas, Andy Challenger, cree que el lo peor no ha llegado aún. “Todavía falta una sacudida en términos de grandes minoristas”. “Las compañías que apenas están escapando de la bancarrota durante la mayor expansión en la historia de Estados Unidos, sufrirán la desaceleración y sufrirán un momento muy difícil”, opina Challenger.
LAS MARCAS AFECTADAS
Varios minoristas como Toys “R” Us, que se declaró en bancarrota a principios del año pasado y cerró 735 tiendas, han liquidado y cerrado todos sus establecimientos.
La última es la cadena de zapatos estadounidense Payless, que acaba de declararse en bancarrota y ha anunciado que cerrará 2.500 negocios en Estados Unidos y Canadá en los próximos meses y que despedirá a 16.000 trabajadores. Fundada en 1956, Payless tiene más de 3.600 ubicaciones en 40 países y más de 18.000 empleados, según su página web. Un portavoz de la compañía dijo que sus franquicias internacionales y tiendas latinoamericanas no se verán afectadas. Payless se declaró por primera vez en quiebra en abril de 2017 y cerró aproximadamente 400 tiendas en ese momento. Se reorganizó y recortó millones de dólares en deuda, pero eso no parece haber sido suficiente para que se salvarse. Es lo mismo que pasó con Gymboree, especializada en ropa para niños y RadioShack, de artículos y componentes electrónicos.
La causa principal del fin de muchas de estas cadenas, a menudo compradas por firmas de capital privado, es la sobrecarga de deuda, a parte de la competencia de las ventas online.
Grandes almacenes como Macy’s y otros minoristas como BCBG, Abercrombie & Fitch, Charlotte Russe, Brookstone, Bebe, ShoeSource, y la compañía matriz de Ann Taylor, Ascena Retail han cerrado decenas de establecimientos en los últimos años. El histórico centro departamental Sears echó el cierre a más de 3.800 tiendas en 2018, después de quebrar.
Incluso la internacionalmente conocida Victoria´s Secret se está viendo afectada por esta crisis en el sector minorista. La marca de ropa intima para mujer comunicó el cese de alrededor de 50 ubicaciones en 2019, cuando normalmente cierra una docena cada año.
La conocida empresa textil Gap, por su parte, ha dicho que cerrará 230 de sus tiendas en un período de dos años y J.C. Penney anunció que planea echar el cierre a 18 grandes almacenes y otras nueve ubicaciones en 2019.
Tal es la situación, que muchos apuntan a que éste es el inicio del fin de las tradicionales compras minoristas en tienda física.