El partido republicano extiende su mayoría en el Senado, pero la Cámara de Representantes retorna a manos demócratas después de ocho años. Este ha sido el resultado de las elecciones de mitad de legislatura celebradas en EE.UU., conocidas como ‘midterm’. Un desenlace que abre la puerta a un período lleno de incertidumbre y que no […]
InternacionalDirigentes Digital
| 07 nov 2018
El partido republicano extiende su mayoría en el Senado, pero la Cámara de Representantes retorna a manos demócratas después de ocho años. Este ha sido el resultado de las elecciones de mitad de legislatura celebradas en EE.UU., conocidas como ‘midterm’. Un desenlace que abre la puerta a un período lleno de incertidumbre y que no ha dejado indiferente a nadie, aunque no debería sorprender. Por regla general, el partido del presidente suele perder escaños en la Cámara de Representantes en esta votación.
Una de las principales repercusiones de estos comicios, es que deja un mandato bicameral que puede traducirse como un bloqueo legislativo que, en esta ocasión, parece que perjudicará a algunas medidas pro-mercado, según el economista jefe de Andbank, Alex Fusté. “Sabiendo que venimos de dos años en los que el caudal de nuevas leyes ha descendido dramáticamente, significa que parece improbable que el afán regulatorio recobre importancia”, añade Fusté. En su opinión, el descenso de la presión normativa ha propiciado un entorno más favorable para la inversión.
En este sentido, el economista jefe de Nate Silver, Brian Horrigan, ha mostrado una actitud más radical y cree que Donald Trump tomará medidas legislativas y emitirá órdenes ejecutivas para evitar el Congreso a toda costa. En cualquier caso, el mandatario estadounidense tiene poder para revertir o anular cualquier orden ejecutiva que haya puesto en marcha su predecesor, Barack Obama.
No obstante, el verdadero problema podría llegar a partir del 8 de diciembre, con la existencia de un bloqueo presupuestario y el cierre temporal de actividades. Trump podría vetar un presupuesto que no incluya financiación para el muro fronterizo, por lo que podría darse la última oportunidad para que los republicanos del Congreso aprueben esta partida. “Es probable que un cierre temporal solo tenga un pequeño impacto, ya que gran parte del gobierno estará financiado para entonces y no hay fecha límite para el techo de deuda asociada con el presupuesto”, asegura Horrigan, quien considera que “tarde o temprano” el Congreso se verá obligado a elevar dicho límite de deuda para evitar un “incumplimiento técnico” de los bonos del Tesoro.
El experto dibuja un escenario donde los demócratas podrían forzar un enfrentamiento para exigir impuestos más altos para reducir el déficit como precio a pagar por elevar el techo de deuda. Una situación que a priori, Trump rechazaría, pero que a la larga se vería obligado a realizar algunas concesiones como, por ejemplo, aumentar el salario mínimo. Otro asunto espinoso es elevar el impuesto de sociedades del 21% al 25%, algo que el analista no ve factible que salga adelante.
Donde si parece que pueden coincidir una Cámara dominada por mayoría demócrata y Trump es en infraestructuras, los controles de los precios de los medicamentos y el aumento del salario mínimo. Además, apoyan el proteccionismo, por lo que con casi toda probabilidad no detendrán la guerra comercial con China.