Estados Unidos ha tratado de reducir su dependencia del exterior y potenciar los productos norteamericanos, al menos desde la llegada al poder de Donald Trump. Lejos de la realidad, el resultado no ha sido el deseado, puesto que el déficit comercial ha aumentado un 12,4% solo durante el último año, debido a la ralentización de la demanda de productos norteamericanos.

Este hecho ha elevado el desequilibrio hasta los 621 mil millones de dólares, alrededor de 550 mil millones de euros, la cifra más alta de los diez últimos años. Desde el nombramiento de Donald Trump en 2016, el déficit comercial ha sumado 119 mil millones de dólares, unos 105 mil millones de euros.

El efecto de la escalada arancelaria y la imposición de medidas proteccionistas ha sido elevar un 7,6% el valor de las importaciones durante 2018. Por su parte, las exportaciones aumentaron un 5,9% con respecto a 2017.

El principal foco de pérdidas para las exportaciones estadounidenses es China, dado que el déficit se elevó un 11,6%. En ese sentido, marcó el récord histórico, 419 mil millones de dólares, con un descenso de las compras por parte del gigante asiático cuantificado en un 7,3%, hasta los 120 mil millones de dólares. Por su parte, las compras a China se elevaron un 6,7%, y se elevaron a los 539 mil millones de dólares.

El balance con la Unión Europea también muestra una evolución negativa, puesto que el déficit se elevó un 11,8%, hasta los 169 mil millones de dólares. En cuanto a España, Estados Unidos mejoró su déficit comercial un 6,9%. Esto llevó el desequilibrio a los 4.266 millones de euros, después de que las exportaciones a nuestro país crecieran un 17,3% y las importaciones desde España aumentaran un 10,2%.