Si fuera solamente por los mercados financieros, Grecia se habría ya recuperado. El país obtiene dinero más barato que nunca, lo que ya es una buena noticia en sí, porque como regla general, cuanto más solvente sea un deudor, menor será el rendimiento de la deuda soberana. Según la revista alemana “Der Spiegel” esto es […]
InternacionalDirigentes Digital
| 12 ago 2019
Si fuera solamente por los mercados financieros, Grecia se habría ya recuperado. El país obtiene dinero más barato que nunca, lo que ya es una buena noticia en sí, porque como regla general, cuanto más solvente sea un deudor, menor será el rendimiento de la deuda soberana.
Según la revista alemana “Der Spiegel” esto es también una señal de que Grecia claramente se beneficia de la unión monetaria, que desde su fundación ha provocado una convergencia en las tasas del mercado de capitales para los países miembros. Aunque en el apogeo de la crisis de la deuda, las primas de riesgo para los bonos griegos se dispararon bruscamente, el rendimiento actual es incluso inferior al de los bonos del gobierno estadounidense con el mismo vencimiento.
En esta dirección la agencia de calificación Fitch ve a Grecia en el camino correcto. Los primeros pasos del nuevo gobierno, sus políticas favorables al crecimiento y las privatizaciones planificadas son positivas, dijo la agencia en su última evaluación. Sin embargo, antes de mejorar la calificación crediticia, los analistas quieren ver si el cambio de gobierno realmente conduce a resultados tangibles. Ahora está en “BB-“, tres niveles por debajo del umbral de”Grado de inversión”. Pero hay noticias positivas que demuestran que la recuperación del mercado doméstico está en proceso, algo que había ya conseguido el gobierno anterior en parte. En junio las matriculaciones de vehículos, siempre un indicador fiable de la situación de la economía doméstica, han crecido casi un 6% comparado con este mes en 2018. En los últimos 12 meses se han vendido nuevos 114.814 coches en Grecia, casi un7% más que el año anterior.
Lamentándose sobre su situación, habían olvidado el futuro
Además, el diario alemán Handelsblatt escribe que el banco central griego está a favor de un levantamiento completo de los controles de capital introducidos durante la crisis de la deuda. Se podrían eliminar gradualmente a partir de septiembre u octubre lo que daría oxígeno al país y ciertamente más esperanza a los griegos. Aunque la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional han desembolsado un total de 273.000 millones de euros para salvarles de una situación sin salida, los 11 millones de helenos son cada vez más escépticos con Europa por tener la sensación de que han perdido todo el control sobre su destino. Pero bajo la presión de los alemanes, algunas medidas de alivio de la deuda seguirán condicionadas a la continuación de las últimas reformas. De hecho, hasta 2022, Atenas estará todavía vigilada por Bruselas que hasta ahora ha sido mucho más estricta con Grecia que con España, Portugal, Chipre o Irlanda.
De todos modos, ahora casi 10 años después, cuando la situación económica se ha relajado un poco en el país, parece que los habitantes también empiezan a pensar en temas que ocupan al resto del mundo como por ejemplo el cambio climático. Hasta ahora todos estos sectores vinculados como los renovables, o protocolos urbanos para mejorar la calidad del aire, no se han activado todavía como en otros países, aunque ciudades como Atenas tienen grandes problemas de contaminación. Además, la poca densidad de populación, 85 personas / km2, y el clima favorecen el desarrollo de parques eólicos o solares.
Otro reto internacional para el país es la inmigración ilegal y la integración de los refugiados en su sociedad. En 2018 30.000 personas han llegado a Grecia, en su mayoría para saltar luego al norte de Europa. En el país se han quedado desde la ola de 2015 solamente unos 75.000 que viven más bien en pobreza y sin plan, porque ni hay muchas prestaciones sociales en Grecia para ellos, ni trabajo. A parte de la bajada de la deuda estatal del estado heleno y el aumento de inversiones en el país, Alemania tiene un interés muy grande por controlar mejor la ruta del mediterráneo y aliviar así la presión inmigratoria.