El petróleo fluye bajo la superficie de los estados cuyas costas están bañadas por el Golfo Pérsico. El llamado oro negro ha ayudado a esos países a erigir ciudades en medio de la nada, que rivalizan en lujo con las calles principales de las capitales occidentales más prósperas. De ahí que su economía dependa en […]
InternacionalDirigentes Digital
| 13 sep 2018
El petróleo fluye bajo la superficie de los estados cuyas costas están bañadas por el Golfo Pérsico. El llamado oro negro ha ayudado a esos países a erigir ciudades en medio de la nada, que rivalizan en lujo con las calles principales de las capitales occidentales más prósperas. De ahí que su economía dependa en gran parte de los precios que adquiere el petróleo.
Los rascacielos de cristal de su capital, Abu Dabi, o de su ciudad más poblada, Dubai, dan cuenta de la bonanza económica que el petróleo ha reportado a uno de esos países del Golfo Pérsico, los Emiratos Árabes Unidos. Desde el año 2000, el país ha triplicado su PIB, desde los 112.486 millones de euros en ese año, hasta los 338.652 millones del pasado 2017.
La tasa de crecimiento desde el comienzo de este siglo ha sufrido altibajos que han ido desde una subida del 12,3% en el año 2000, hasta un retroceso del 5,2% en 2009. De hecho, la media de crecimiento durante este siglo es del 4,5% anual, más del doble de la tasa de España (1,9% desde 2000 hasta 2017). No obstante, la principal diferencia se percibe en la tasa de PIB per cápita, que asciende a 36.026 euros en Emiratos Árabes, mientras que en España es ostensiblemente menor, de 25.100 euros anuales.
El año pasado la economía de ese país avanzó un 0,8%, aunque la expectativa en los próximos años es que el crecimiento se acelere. En concreto, durante 2018, el Country Report, realizado por Crédito y Caución, prevé que Emiratos Árabes Unidos crezca al 3%, mientras que en 2019 ese ritmo alcanzará el 3,8%. Los motivos para este cálculo son la subida del petróleo y el aumento de la demanda externa.
En cualquier caso, el país apuesta por diversificar su economía. El 70% del PIB procede de sectores no petroleros, una tasa que se pretende aumentar para el año 2021. La administración tiene la ambición de que esa dependencia del petróleo se reduzca al 20%, y que el 80% restante proceda de su actividad comercial y de una economía basada en el conocimiento, de forma que tenga una mayor resistencia a largo plazo.
Aun así, el petróleo continúa teniendo una relevancia capital. Que el precio del barril se mantenga por encima de los 62 dólares resulta fundamental para que Emiratos Árabes Unidos consiga reducir su nivel de deuda externa bruta, que actualmente se encuentra en el 62%, a consecuencia de la crisis del mercado inmobiliario que se produjo entre 2008 y 2009.