Los estantes de las tiendas de comestibles están vacíos, la electricidad es escasa y otras necesidades básicas no están disponibles. Un país alguna vez vibrante, Cuba ahora está en su hora más oscura. Siempre ha habido pobreza y escasez, pero la situación se siente ya como una enfermedad crónica.  Además, el huracán "Ian" dejó una destrucción generalizada en una isla que ya vive en el derrumbe en muchas partes. Su presidente, Miguel Díaz-Canel, promete ayuda rápida y reconstrucción, pero por el momento no llega. Con la falta de una cobertura independiente de los medios nacionales e internacionales, muchos ignoran la verdadera pobreza que enfrenta el país.

Michel Carmona Segui, especialista de la Dirección de Política Macroeconómica del Banco Central de Cuba (BCC), advierte no solamente de la disminución del poder adquisitivo de los ingresos de la población, pero también de que existe una redistribución negativa de los ingresos: “En este escenario, los más afectados son los asalariados -principalmente del sector público- y los jubilados, cuyos ingresos tienden a ser fijos o inferiores a la inflación.” Silvia, una peluquera cubana en Madrid, cree que el problema ya no es que no haya trabajo en su patria: “El estado da trabajo, pero la gente no tiene motivación por los bajos salarios, la demora en los pagos y la poca oferta que hay de productos en general. Falta ambición e ilusión. Cuba es un país triste, lo es desde muchas décadas, a pesar de la personalidad alegre de la gente y no es algo que debemos ver como romántico,” dice la madre que ha venido con su marido e hijo hace una década a España.

Cuba vive económicamente su peor momento

Christian Felzensztein, académico y experimentado investigador en negocios latinoamericanos, ayuda a arrojar algo de luz sobre la realidad cubana. “Es la peor situación económica que ha enfrentado Cuba”, dijo. El país intenta reanimar el turismo, pero le cuesta en el contexto actual de la crisis de precios y energía. Los billetes de vuelo están en las nubes y la isla ya no tiene el encanto de antes durante el conflicto abierto entre EEUU y Rusia. Felzensztein ha visitado Cuba al menos una vez al año durante los últimos 18 años.

Aunque las pequeñas empresas pueden ayudar a dar vida a una economía y sociedad moribunda que parece perdido en el tiempo, Felzensztein explica que deben contar con una ayuda adecuada. “El movimiento de apoyo, para poder sobrevivir en este entorno único, es clave para ellos”. Explicó que después de que Raúl Castro asumiera el poder en 2014, el líder afirmó que se alentaría a las pequeñas empresas a prosperar, pero en el contexto anteriormente con un embargo por parte de los americanos en vigor es muy difícil eflorecer esta para. Díaz-Canel es ingeniero y presidente de Cuba desde el 10 de octubre de 2019. Como todavía es primer secretario del Partido Comunista de Cuba la isla sigue encarcelada económicamente en esta ideología tan anticuada que impide el progreso de la isla.

Cuba pierde interés en el mundo, también a nivel turístico

Para algunos, Cuba repite historia. El Real Instituto Elcano en Madrid escribe en mayo de este año en un análisis firmado por Jorge I. Domínguez señaló que el régimen de Fidel Castro fue una era extremadamente represiva para los ciudadanos cubanos, pero al mismo tiempo la fuga de muchos cubanos y su posición estratégica cerca de EEUU, hizo que el país fuera relevante en todo el mundo y un puente entre los americanos y los rusos. Ahora, Felzensztein nota que muchos observadores internacionales y cubanos no saben mucho del actual presidente de Cuba y tampoco lo respetan.

De la misma manera, países que alguna vez tuvieron una participación en el país, como Rusia, China y EE. UU., ya no lo ven como una prioridad. En el actual conflicto con Rusia no toma partes.  Hay, además, lazos emotivos entre Ucrania y Cuba. La devastación causada en 1986 por la explosión de la central termonuclear de Chernóbil llevó a la isla a recibir más de 24.000 niños diagnosticados con cáncer, para ofrecerles un eficaz y gratuito tratamiento médico durante más de dos décadas. “En mi opinión, la gente no sigue al presidente como lo hizo con los Castro”, dice Felzensztein.

En Cuba se han quedado los más ideológicos

Los más brillantes de Cuba han huido en busca de algo mejor para sus familias. No quiere decir que los que se van no tengan remordimientos. “Mucha gente todavía ama a Cuba, pero cuando ves que no tienes comida para tus hijos…”, puso en contexto Felzensztein. ¿Entonces, qué puede hacerse? Felzensztein cree que fomentar el espíritu empresarial es un camino prometedor para seguir.

De hecho, actualmente está comparando a los empresarios de Pinar del Río, Cuba, con los de Yucatán, México. “Tienen un apoyo real para que florezcan estos pequeños empresarios, pero en Cuba no hay apoyo”, dijo. Se producirá más pobreza si no se implementan políticas para mejorar estos motores económicos. Es importante que estos temas salgan a la luz, ya que poco a poco el país está cayendo en el olvido. “Necesitan cambiar. Ahora es el momento de que Cuba cambie”, dijo Felzensztein.