Desde hace algún tiempo ya, recibimos buenas noticias de un país que ha sido durante una larga etapa solo un lugar de conflictos, hambre extrema y de mucha miseria en general. El político, militar e ingeniero informático Abiy Ahmed Ali decidió que sin paz su país nunca podría salir adelante. Así, el desde 2018 primer […]
InternacionalDirigentes Digital
| 28 oct 2019
Desde hace algún tiempo ya, recibimos buenas noticias de un país que ha sido durante una larga etapa solo un lugar de conflictos, hambre extrema y de mucha miseria en general. El político, militar e ingeniero informático Abiy Ahmed Ali decidió que sin paz su país nunca podría salir adelante. Así, el desde 2018 primer ministro de Etiopía ha usado todo el conocimiento de su doctorado publicado en el Institute for Peace and Security Studies para terminar un largo conflicto fronterizo con Eritrea. Para ello ha recibido el premio Nobel de la paz.
Sus acompañadas reformas económicas de largo alcance incluyen planes para privatizar parcial o totalmente compañías estatales como Ethiopian Airlines, el único operador de telecomunicaciones de Etiopía, Ethio Telecom y otras compañías estatales. El hombre, de solo 43 años, dice que inversores nacionales y extranjeros son bienvenidos. Pero, aunque parece que presenciamos un milagro este cambio en Etiopia no ha venido en 100 días y no es solamente el mérito de su primer ministro.
El país, compuesto de 80 diferentes etnias, crece desde 2003 entre un 8-10% al año. Con sus 108 millones de habitantes y un paisaje extraordinario, tiene un potencial turístico y un futuro prometedor de desarrollo industrial. El año pasado Etiopía no solamente ha sido el país que más creció a nivel turístico, también aumentó su PIB un 6,81 %. Gran parte de este milagro económico en Etiopía tiene que ver con que el G8 le ha perdonado en 2005 su deuda, pero también con las enormes inversiones de empresas chinas en los últimos años.
Parece curioso, pero por el momento China es el principal socio comercial y económico de Etiopía. Entre muchas otras cosas los chinos construyeron infraestructuras ferroviarias desde los puertos de los vecinos a Etiopia para poder exportar sus productos. Sahlework Zewde, la primera presidenta del país, acaba de reforzar los lazos comerciales con el gigante chino. Ainhoa Marín del Real Instituto Elcano, explica a DIRIGENTES que: “China ha jugado un papel importante en la evolución económica del país, pero también hay que reconocer que puede que se quedará con algunas infraestructuras importantes, porque el Estado no es capaz de pagar su deuda”. Además añade que “perdonar deuda es una herramienta muy eficaz para ayudar un país en desarrollo, quizás más eficaz que la clásica ayuda al desarrollo.”
Para la UE en su conjunto África sigue siendo en gran parte desconocida, a pesar del anunciado Marshall Plan para el continente. Pero el alto y estable crecimiento económico de Etiopia y su lenta, pero parece que firme democratización, llama también ahora la atención a empresas alemanas que han viajado este año juntas con delegaciones políticas al país para explorar posibilidades de negocio como por ejemplo en el sector de la depuración de agua, de la telecomunicación, logística, de la formación y también del sector energético. “Ahora es un interesante mercado”, reconoce e Roland Weigert, secretario económico del estado libre de Bavaria, dónde están ubicados casi todas las grandes empresas industriales alemanas. Por el momento el comercio exterior de Etiopía consiste esencialmente en la exportación de café cuyo mayor importador es justamente Alemania. Además, el país sigue con un alto déficit comercial por su dependencia de las importaciones de alimentos y tiene bajas reservas de divisas.
Actualmente, la deuda estatal de Etiopia presenta un 56% del PIB, el PIB per cápita llega según datosmacros a 654 euros, mientras España registra 25.700 euros. Quiere decir Etiopia a pesar de todos los elogios de los últimos días y los años de crecimiento sigue siendo un país muy pobre. Por ello Terrence Lyons, docente en la George Mason University en EEUU, cree que todavía queda mucha labor para estabilizar los pasos iniciados en los últimos años: “Todavía hay que formalizar muchas cosas que se han hablado y que todavía tienen que ejecutarse”. Entre ellas, tienen que terminar una presa de casi cinco mil millones de dólares que están construyendo en el Nilo, cerca de la frontera con Sudán. Es la esperanza de toda la región y de los etíopes que esperan tener pronto electricidad en sus casa y agua corriente.