La situación económica en Alemania es insegura, pero después de 10 años de crecimiento esto parece ser bastante normal. La vieja industria del acero, química y de las máquinas pesadas tiene que forjar- se con las nuevas tecnologías como Blockchain, inteligencia artificial u una movilidad cada vez más eléctrica. También el sector bancario alemán tiene […]
InternacionalDirigentes Digital
| 15 abr 2019
La situación económica en Alemania es insegura, pero después de 10 años de crecimiento esto parece ser bastante normal. La vieja industria del acero, química y de las máquinas pesadas tiene que forjar- se con las nuevas tecnologías como Blockchain, inteligencia artificial u una movilidad cada vez más eléctrica. También el sector bancario alemán tiene que reestructurarse y concentrarse a la española. El del automóvil debe darse prisa para asegurarse el negocio de baterías más duraderas y menos costosas para poder seguir brillando con el “made in Germany”. BMW & Co. están en ello, por ello el estancamiento alemán no es un drama, tampoco para Juergen B. Donges del Institut der Deutschen Wirtschaft (IW) en Colonia. Sin embargo, en una entrevista el economista advierte de algunas debilidades estructurales que quedan por solucionar no solo en Alemania, sino en toda Europa.
A ALEMANIA LE FALTAN 260.000 PERSONAS CUALIFICADAS HASTA 2060
El fundamento alemán sin duda es muy sólido y también el mercado laboral que cuenta con buenos salarios y estabilidad en muchos segmentos, el Mittelstand sigue creciendo: un estudio de la Fundación Bertelsmann revela que faltarán 260.000 personas cualificadas has- ta 2060. No sorprende. Alemania es a nivel mundial el país con más patentes, marcas y diseño europeos registrados y la política, a pesar de toda la polémica, es muy estable comparada con España, Gran Bretaña o Italia. Sin embargo, aunque el paro está en un bajo histórico falta una nueva reforma del sistema social y fiscal del estilo de la agenda 2010 de Gerhard Schröder. Unos 4 de los 82 millones de habitantes viven de Hartz IV, el subsidio después de haber cobrado el paro. Estas personas no están incluidas en el 3,4% de desempleo.
El sistema del bienestar ha llegado a su límite. Los alemanes ya no son tan diligentes, eficientes e innovadores como corresponde a su reputación y en muchos aspectos no son tan flexibles y creativos como los españoles. Además, la entrada de millones de inmigrantes ha llevado la sociedad al límite a nivel de densidad de población y de tolerancia con lo culturalmente diferente, lo que ha causado que se refuerce la extrema derecha.
ALEMANIA NECESITA SER MÁS VALIENTE, ESPAÑA MÁS PRODUCTIVA
Mientras Alemania tiene que hacer los deberes, España puede disfrutar de los beneficios de los esfuerzos realizados en los últimos 10 años de crisis. Según BBVA, la economía española podría crear alrededor de 800.000 puestos de trabajo durante los próximos dos años y reducir la tasa de paro hasta el 12,6% en 2020.
Sin embargo, el ministro de Economía Peter Altmaier ha reconocido que en 2018 la economía alemana evitó por muy poco margen entrar en recesión técnica, creciendo ya tres décimas menos de lo previsto. Aun- que él dice que la reducción de los objetivos se explica sobre todo por el impacto de la coyuntura internacional, Donges nos cuenta que no es cierto. Hay bastantes problemas generados en casa. Si los políticos españoles prestaran más atención a la todavía gran economía sumergida, expertos económicos como el exministro de trabajo Juan Carlos Aparicio Pérez creen que la economía española no solamente podría dar más dinero al estado para invertir en educación e investigación sino España podría también aumentar la productividad real y mejorar sus pre- cios en algunos sectores. La tasa de paro podría estar mucho más baja y el mercado laboral ser más eficiente:
“Con un 40% del PIB que se produce y cobra todavía en negro es muy difícil ser competitivo”, decía Aparicio en una conferencia en El Escorial el año pasado. De todos modos, por el momento España va mejor que la media europea a pesar de todos sus problemas: BBVA Research mantiene sus previsiones de crecimiento en un 2,4% en 2019 y estima un avance del 2% en 2020. En comparación, Alemania solamente va a crecer este año un poco más del 1%, según la previsión del Gobierno alemán que empieza también a proteger su economía estratégica de los inversores extranjeros. Sobre todo, la competencia y fuerza financiera china se siente cada vez más en Alemania, donde el coste por unidad en el sector industrial es de media un 8% más alto que en el extranjero, según cálculos de Deutsche Bundesbank.
EUROPA ENFRENTA MUCHOS RETOS, PERO SIGUE SIENDO REFERENCIA
Donges, que nació en Sevilla e hizo luego su “Abitur” en el Colegio Alemán de Madrid, está especial- mente preocupado por la situación de Cataluña, pero también por los conflictos e la Unión Europa, el Brexit y por la guerra comercial de Trump. Mucho dependerá también del éxito de la economía francesa, cuyo PIB ha crecido el año pasado un 1,5% y de cómo Macron puede controlar las protestas sociales que no van a parar en 2019 e incluso se copian en toda Europa. España tiene que afrontar el reto de subir poco a poco su nivel medio de salarios y sobrevivir a los posibles efectos de un Brexit duro. Con el aumento del 22% del salario mínimo ha empezado una nueva era que tiene que ser respondida por las empresas con una mejor aplicación e inserción de su fuerza laboral. Un nuevo gobierno, a pesar de todas las protestas de la oposición en su tiempo, no va a revocar este decreto. Lo que habrá que ver es si las Pymes españolas aguantan la presión sobre los salarios este año con un entorno no tan favorable y si no aumenta ni el paro ni la economía sumergida a corto plazo.