“Si los extraterrestres alguna vez se acercaran a la Tierra desde su lado oscuro, ya sabrían algunos conceptos básicos sobre la economía global mucho antes de llegar a nuestra atmósfera”. Es el certero análisis del economista Jiaxiong Yao, del Fondo Monetario Internacional (FMI), acerca de las pistas que aporta la luz nocturna de la economía en nuestro planeta.
En un artículo publicado en la página del FMI, el experto aporta diversas claves que reflejan hasta qué punto la iluminación puede servir a los investigadores para obtener información. Sobre todo, lo que se observa es la evolución de los países si se comparan las instantáneas de dos momentos distintos en la historia.
El estudio consiste en otorgar un valor numérico según la intensidad de los píxeles o fragmentos de imagen que aparecen iluminados. Dicho de otro modo, cuanta más luz exista, más valor se otorga, lo que sirve como barómetro del desarrollo económico y sus fluctuaciones.
Lo que revela la luz en términos más prosaicos es la actividad económica, si bien es cierto que “la mayoría de ellas ocurren durante el día”, se dice en el artículo del FMI. No obstante, un crecimiento más rápido en la iluminación nocturna no debe asociarse a economías desarrolladas. Más bien se relaciona con economías en crecimiento.
La paradoja en ese sentido es que áreas desarrolladas no reflejan un gran crecimiento en su iluminación. Sí que representan las áreas con más luz, pero ese escaso progreso significa que dichas economías están más centradas en impulsar la innovación científica y tecnológica. El hecho es que en estos lugares las luces nocturnas crecen a la mitad del ritmo que lo hace el PIB.
En ese sentido, aparecen excepciones notables que, por otra parte, concuerdan con la idiosincrasia de los países. Es el caso de Japón, cuya iluminación no es mucho más brillante de lo que era la de Siria antes que comenzara la guerra civil. Esa casuística se explica por los intentos nipones por conservar la energía, además de la alta densidad de población que existe en las grandes ciudades.
Según Jiaxiong Yao, el alumbrado también refleja otros eventos económicos y geopolíticos. Es lo que podría deducirse del caso de Siria, donde la luz se ha ido apagando desde el comienzo del conflicto. “En regiones sumidas en un conflicto, más zonas de tierra se oscurecen y más píxeles comienzan a perder luz”. Eso es lo que se puede percibir en una imagen en la que aparecen las dos Coreas. En el norte, apenas hay luz en escasos puntos, lo que transmite la falta de desarrollo de la región, mientras que en el sur la claridad no ha cesado de crecer desde finales del siglo pasado.